Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
Lecturas

El "amor infeliz", un fenómeno moderno

"El amor infeliz es un fenómeno novedoso de la modernidad", según Eva Illouz

Expandir imagen
El amor infeliz, un fenómeno moderno

MADRID.- En un intento de vislumbrar cómo se organiza nuestro deseo en la modernidad, la pasión o el compromiso, Eva Illouz ha escrito "Por qué duele el amor", una explicación sociológica acerca de las emociones más invisibles del sufrimiento por amor, que cambia la idea romántica del mismo.

"El amor infeliz es un fenómeno novedoso de la modernidad que los enamorados sufren más actualmente que en el pasado", señala esta autora (Fez, Marruecos 1961) profesora de Sociología y Antropología en la Universidad Hebrea de Jerusalén, considerada una pensadora imprescindible para entender la época que vivimos.

Illouz explica que cuando las relaciones amorosas duelen en el mundo actual "solemos atribuirlo a problemas personales y nos sentimos culpables", sin que ese sufrimiento resulte útil, ni reciclable, a diferencia del pasado, cuando el dolor del amor servía como interrogante, para pulir, liberar o redimir.

"Hoy nuestra cultura dice 'No' al dolor que recae sobre los cimientos de nuestro 'yo', volviéndose más vulnerable", expone sobre lo que constató cuando investigaba sobre la subjetividad y entendió que "el amor romántico, las emociones, están en la base misma en que se configura cada uno".

De ahí que la vivencia del fracaso amoroso cargue hoy con un exceso de ansiedad, minusvaloración o depresión que se han ido imponiendo por las fuerzas subyacentes que estructuran la vida en sociedad.

Y es que "el 'yo' es institucional y emocional a la vez", recalca esta investigadora sobre un enfoque "indispensable" para que la Sociología "recupere su lugar y su vocación original". De formación francesa, galardonada por europeos y americanos, en 2009 fue incluida por el periódico alemán Die Zeit en su lista de 12 intelectuales que seguramente cambien el pensamiento del futuro.

Estudiosa de la historia de la vida emocional y del significado moral de la modernidad, Illouz tiene traducidos al español, entre otros, títulos como "Intimidades congeladas" (2007) o "La salvación del alma moderna" (2008), en los que explora las emociones en el ámbito del capitalismo.

"Por qué duele el amor" (Clave Intelectual/Katz) vuelve más transparente la fuerza de lo institucional y social en el moldeado de nuestra forma de amar.

Para escribirlo utilizó obras literarias, revistas femeninas, sitios de Internet y diversas entrevistas buscando desentrañar lo social que se juega en la forma de sentir de cada uno. Así, sin necesidad de recetas terapéuticas, sus análisis de la experiencia del sufrimiento lo vuelven "más tolerable", un efecto por sí mismo del hecho de "poderlo explicar", dice.

Illouz recuerda que si ya Schopenhauer vio que el sufrimiento psíquico está mediado "por la memoria y la anticipación", es decir por la imaginación e ideales que conforman nuestras expectativas y anhelos, en Sociología esa mediación la ejercen las definiciones culturales de la identidad.

"Y hoy -destaca- en la cultura domina la ironía, que se opone a la intensidad". Del sufrimiento psíquico común y corriente, el más invisible, denuncia que "ha sido desatendido" por los sociólogos, que en cambio sí analizaron con buenos resultados formas más tangibles del dolor como las desigualdad, la pobreza, la opresión política o la discriminación social.

Al resentimiento, la humillación o el deseo no correspondido se ha prestado poca atención, según esta pensadora los cita como "unos pocos ejemplos del dolor que va intrínseco a las relaciones sociales".

Si todos hemos sufrido en las relaciones amorosas por amar a alguien que no se compromete, por regresar solos de una fiesta o por ser abandonados, el caso es que, según este libro, vivimos esas dificultades con un exceso de auto-inculpación que bloquea ese anhelo más hondo y particular.