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Leonardo Padura cree que Cuba debe cambiar economía antes que rumbo político

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Leonardo Padura cree que Cuba debe cambiar economía antes que rumbo político
BUENOS AIRES.- El escritor cubano Leonardo Padura asegura que su país natal "está en movimiento", pero opina que debe resolver "la deformación total de las estructuras económicas" para hacer viable cualquier cambio político y social.

"La esencia política del sistema no ha cambiado, pero se están produciendo cambios a nivel social y económico pequeños que van a ir creciendo y que al final van a modificar la estructura política", afirmó Padura durante una entrevista con Efe en Buenos Aires donde ha participado en la Feria Internacional del Libro.

Para el autor de "El hombre que amaba a los perros", entre los cambios más profundos está la ampliación de las modalidades de trabajo por cuenta propia y la nueva ley migratoria, "que permite a cubanos salir del país por elección propia".

Padura opina que quedan "muchas tareas por cumplir", como resolver "la existencia de dos monedas, que hace que las relaciones económicas estén completamente deformadas" y se muestra convencido de que hasta que las estructuras económicas "no recuperen una lógica, ningún intento de cambio de carácter político o social va a funcionar".

El escritor cree que los cambios que vive la isla aún no se reflejan en la literatura cubana, pero matiza que ésta ha cambiado desde los años noventa y en la actualidad tiene "un carácter eminentemente crítico, no sólo por los que escriben y viven fuera de Cuba, sino también por los que están dentro de Cuba".

La voluntad crítica va acompañada de la apertura de espacios de reflexión y debate, señala Padura, tanto en revistas como "Temas" y "Espacio Laical" como a través de la blogosfera.

"Hay un grupo grande de bloggers que son mujeres y se discute mucho sobre los conflictos raciales o sobre la violencia contra la mujer", explica el novelista.

El de la violencia de género -prosigue- es un tema ausente "en la prensa oficial, pero es un problema que existe porque tiene que ver con una concepción de familia y una educación machista metida en el tuétano de las personas" que, a su juicio, "es muy española".

Padura confiesa que a lo largo de su vida ha tratado de "mantenerse lo más alejado posible de la política" y cuando en sus novelas hay una denuncia política "que surja del desarrollo de la obra literaria y no que la obra literaria parta de la intención de la denuncia política".

El líder revolucionario ruso Lev Davídovich Bronstein, más conocido como León Trotski, protagoniza, junto a su asesino, el comunista catalán Ramón Mercader, su última novela, "El hombre que amaba a los perros" (Tusquets).

En ella, el escritor cubano admite que quiso "revisar las causas por las que se había frustrado la utopía socialista en el siglo XX".

Padura se alejó del terreno policíaco, donde dio vida al célebre detective Mario Conde, y se adentró en esta novela de investigación histórica que le llevó cinco años, "los dos primeros exclusivamente de lectura y de búsqueda de información".

"Cuando iba a España regresaba con una maleta llena de libros, muchos de la cuesta de Moyano, en Madrid, donde repasaba con los libreros todo lo que tuviese que ver con la Unión Soviética, la Perestroika, Trotski...", cuenta.

Tras el esfuerzo de esa novela, Padura ha recuperado al detective Mario Conde para su siguiente libro, "Herejes", que transcurre entre el siglo XVI en Amsterdam y el siglo XXI en La Habana y será publicado en septiembre.

Además, el novelista trabaja, con la ayuda de Lucía, su mujer, en la "carnicería" de dejar sus novelas policíacas "en los huesos" para convertirlas en guiones de cine, mientras que productores franceses trabajan por su cuenta en la adaptación cinematográfica de "El hombre que amaba a los caballos".

Padura, de visita en Buenos Aires después de 20 años, lamenta "la gran incomunicación que existe entre los escritores latinoamericanos y sus obras" y cree que "si no pasan por España cuesta tener una visión de conjunto".

Sin embargo, cree que "la crisis española y la crisis del mundo del libro ofrecen una oportunidad para, a través de editoriales, festivales literarios y encuentros, entablar una mayor comunicación entre los autores latinoamericanos".