Leer la taza

Me encanta que me lean la taza y me tiren las barajas. En Cuba me tiran los caracoles. Nunca digo que no a tanta burundanga. Lo bueno es verle la cara a quien la lee. Siendo una niña, estando de vacaciones en El Caimito de Moca, llegó una brujilla de tazas, y mientras le iba dando vueltas a las pinturas del café quemado, dijo cantando: "Hacia las tres de la tarde, llegará un hombre a su casa, enzapatado es, enchalinado es, con un regalito en la mano para usted..." No se me olvida, a pesar de tantos años, esa canción entonada con una voz profunda como si viniera del fondo de la tierra.

Una vez me invitó una amiga a ir a casa de una vecina leedora de tazas y consejos, donde iban también policías y militares de alto rango, así como políticos de derecha y de izquierda también. La señora quedaba a una casa de la mía. Por lo cual yo los veía entrar y sabía que le pagaban un buen dinerillo, y que de eso ella vivía. Entramos. Tuvimos que esperar. Vi salir a un coronel, quepis en mano y estrellas en el uniforme, e iba con la mirada en alto. La señora nos dijo lo mismo, a las dos: "Que si ese hombre indio, que si un problema en la familia, un viaje corto, esa amiga envidiosa, y nos recetó un baño en agua tibia con perejil, sal y un poquito de orégano". Me reí para mis adentros y le pregunté el porqué de esa "sopa". Me miró con mala cara y mi amiga se apresuró a sacarme de la casa. Tuvimos que pagar cincuenta pesos cada una que, en ese tiempo, alcanzaba para mucho. Tengo cuentos de esos menesteres como para hacer un libro.

Otra vez fui con otra amiga a ver una "brujilla" que, leyendo las borras de café me dijo: "La veo rodeada de guardias, todos con muchos ramos y rayas..." ¡Ay carajo... estaré presa... muy mal presa. La mujer me miró con un signo de interrogación en sus ojos oscuros y se puso blanca cuando le dije: Soy comunista... Mi amiga es la que tiene por novio a un militar. Todavía río a carcajadas al recordar aquello. Aquello es fácil, pues siempre te dicen que tienes problemas con el marido, que quieres casarte y no tienes novio, y si es militar o policía si tendrá un ascenso, que mires para otro lado, y todo lo cuentan con voz apagada y la mirada perdida, pero preguntando de antemano lo que quieres, lo que deseas y lo que no quieres. Y lo mejor de todo es que fabrican una untura para que te la pongas cada noche o cuando vas a ir a trabajar para que los problemas se resuelvan.

En nuestro país, a muchos, nos gusta que nos digan lo que va a pasar y cada quien tiene que tener un "resguardo" guindado del pescuezo, encender velas, quemar inciensos; aunque nadie, como si fuera un pecado, lo confiesa. Hay cosas peores que dejar que te lean una taza con borras de café, eso no hace mal a nadie, a menos que se busque un resultado negativo que se haga por encima de esa "burundanga" que lo que causa es un momento divertido. Además, de eso viven algunas personas, porque hay que pagar para ese ratito "impepinable".

Denver, Colorado.

En nuestro país, a muchos nos gusta que nos digan lo que va a pasar, y cada quien tiene que tener un "resguardo" guindado del pescuezo, encender velas, quemar inciensos; aunque nadie, como si fuera un pecado, lo confiesa.

Ligia Minaya