El Fondo de Cultura Económica cumple 80 años como referente latinoamericano
Diario Libre
MEXICO. El Fondo de Cultura Económica (FCE) llegó este mes a los 80 años convertido en una de las editoriales más importantes de América Latina, después de décadas de alimentarse de las joyas de varios de los mejores escritores hispanos.
Si bien ha publicado obras de grandes autores como Jorge Luis Borges, Octavio Paz, Carlos Fuentes, Miguel Ángel Asturias y Juan Rulfo, el FCE ha servido también como escuela de formación para jóvenes intelectuales de Hispanoamérica y hoy pinta como una oportunidad para escritores poco conocidos.
"Ha sido una universidad para muchísimos escritores y pensadores de toda América Latina y de España", reconoce Juan Villoro, uno de los escritores vivos más importantes de México, ganador del Premio Herralde por su novela "El testigo".
"Tuve la suerte de tener maestros latinoamericanos refugiados en México, y la mayoría se había formado leyendo los libros del Fondo. De modo que ésta ha sido una casa abierta a la educación y las ideas", dijo a Efe Villoro.
El Fondo nació el 3 de septiembre de 1934 con el fin de publicar las obras de grandes pensadores e investigadores de la economía Mundial como Adam Smith, David Ricardo, Carlos Marx, John Maynard Keynes y Max Weber, pero pronto se extendió a otras áreas del conocimiento.
El escritor mexicano Fernando del Paso describió el nacimiento de esta editorial pública "casi como un milagro", en una época en que la región estaba agobiada de regímenes reaccionarios y dictaduras de extrema derecha.
En tiempos del franquismo, "el pensamiento libertario y plural se pudo conocer en España gracias al Fondo", señala Villoro.
La editorial mantiene su vocación original dirigida a la economía y este año acaba de editar "El capital en siglo XXI", de Thomas Piketty, líder en ventas y colocado en el centro del debate público en Estados Unidos y Europa.
Sin embargo, en todos estos años la casa premiada en 1989 con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades se ha hecho eco de obras clásicas como "Rayuela", del argentino Julio Cortázar; "Paradiso", del cubano José Lezama Lima; o "El llano en llamas", del mexicano Juan Rulfo, entre decenas de joyas de la literatura en idioma castellano.
Villoro, conocido como novelista, cuentista, cronista, ensayista, escritor de teatro y de cuentos infantiles, también ha tenido un trabajo polifacético en el FCE como autor, traductor, escritor de solapas de libros y dictaminador, lo cual lo autoriza para hablar con la propiedad de un miembro de la casa.
"El Fondo es una alternativa al consumo, a no dejarse llevar por veleidades de la moda y del mercado, así como a publicar libros que encuentran su propio ritmo de venta y que no salen del catálogo. Es un acervo vivo de todos nosotros y a precios asequibles", asegura.
Esta editorial ha acumulado un catálogo histórico de 10.000 obras, de las cuales 5.500 están disponibles en el mercado, agrupadas en 40 colecciones vivas.
Como un señor de 80 años que ha vivido una vida intensa con claros y oscuros, la importante editorial también ha tenido momentos de poca luz, como cuando censuró libros como "Los hijos de Sánchez", de Oscar Lewis, y una obra del estadounidense Charles Wrigth Mills durante la presidencia de Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970).
El Gobierno de Díaz Ordaz ordenó el cese del entonces director del FCE, el argentino Arnaldo Orfila, por la publicación de "Los hijos de Sánchez", obra que, según sus detractores, denigraba a México porque revelaba la pobreza de un sector marginado, cuando el discurso oficial hablaba del milagro mexicano.
Sin embargo, la editorial es recordada más por el aporte al conocimiento, por la divulgación de obras inteligentes, algo clave para que el proyecto no solo perdure, sino esté abierto a crecer como alternativa de mercado con más de 1.000 títulos anuales.
Esos libros, incluidos los que ofrece en su plataforma digital, una de las nuevas apuestas de la editorial, serán el alimento vital para que la casa llegue rebosante de salud a septiembre de 1934, cuando cumplirá sus primeros 100 años.
El director del FCE, José Carreño, está convencido de que, de cara al futuro, el reto de la editorial es apostar por los jóvenes, las nuevas expresiones y las nuevas tecnologías.
También seguirá con la asociación con instituciones culturales locales y educativas para impulsar ediciones conjuntas, en un intento por cubrir el déficit que tiene en materia de reimpresión de títulos.
Para celebrar el aniversario de esta institución, en las últimas semanas se han dado conferencias sobre las políticas de publicación y de distribución en las 23 librerías del FCE en México y nueve filiales en el extranjero, así como el festival El Libro y sus Lectores.
Una de las actividades más relevantes fue la entrevista que varios periodistas hicieron hace algunos días al presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, en el marco de este aniversario.
Si bien ha publicado obras de grandes autores como Jorge Luis Borges, Octavio Paz, Carlos Fuentes, Miguel Ángel Asturias y Juan Rulfo, el FCE ha servido también como escuela de formación para jóvenes intelectuales de Hispanoamérica y hoy pinta como una oportunidad para escritores poco conocidos.
"Ha sido una universidad para muchísimos escritores y pensadores de toda América Latina y de España", reconoce Juan Villoro, uno de los escritores vivos más importantes de México, ganador del Premio Herralde por su novela "El testigo".
"Tuve la suerte de tener maestros latinoamericanos refugiados en México, y la mayoría se había formado leyendo los libros del Fondo. De modo que ésta ha sido una casa abierta a la educación y las ideas", dijo a Efe Villoro.
El Fondo nació el 3 de septiembre de 1934 con el fin de publicar las obras de grandes pensadores e investigadores de la economía Mundial como Adam Smith, David Ricardo, Carlos Marx, John Maynard Keynes y Max Weber, pero pronto se extendió a otras áreas del conocimiento.
El escritor mexicano Fernando del Paso describió el nacimiento de esta editorial pública "casi como un milagro", en una época en que la región estaba agobiada de regímenes reaccionarios y dictaduras de extrema derecha.
En tiempos del franquismo, "el pensamiento libertario y plural se pudo conocer en España gracias al Fondo", señala Villoro.
La editorial mantiene su vocación original dirigida a la economía y este año acaba de editar "El capital en siglo XXI", de Thomas Piketty, líder en ventas y colocado en el centro del debate público en Estados Unidos y Europa.
Sin embargo, en todos estos años la casa premiada en 1989 con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades se ha hecho eco de obras clásicas como "Rayuela", del argentino Julio Cortázar; "Paradiso", del cubano José Lezama Lima; o "El llano en llamas", del mexicano Juan Rulfo, entre decenas de joyas de la literatura en idioma castellano.
Villoro, conocido como novelista, cuentista, cronista, ensayista, escritor de teatro y de cuentos infantiles, también ha tenido un trabajo polifacético en el FCE como autor, traductor, escritor de solapas de libros y dictaminador, lo cual lo autoriza para hablar con la propiedad de un miembro de la casa.
"El Fondo es una alternativa al consumo, a no dejarse llevar por veleidades de la moda y del mercado, así como a publicar libros que encuentran su propio ritmo de venta y que no salen del catálogo. Es un acervo vivo de todos nosotros y a precios asequibles", asegura.
Esta editorial ha acumulado un catálogo histórico de 10.000 obras, de las cuales 5.500 están disponibles en el mercado, agrupadas en 40 colecciones vivas.
Como un señor de 80 años que ha vivido una vida intensa con claros y oscuros, la importante editorial también ha tenido momentos de poca luz, como cuando censuró libros como "Los hijos de Sánchez", de Oscar Lewis, y una obra del estadounidense Charles Wrigth Mills durante la presidencia de Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970).
El Gobierno de Díaz Ordaz ordenó el cese del entonces director del FCE, el argentino Arnaldo Orfila, por la publicación de "Los hijos de Sánchez", obra que, según sus detractores, denigraba a México porque revelaba la pobreza de un sector marginado, cuando el discurso oficial hablaba del milagro mexicano.
Sin embargo, la editorial es recordada más por el aporte al conocimiento, por la divulgación de obras inteligentes, algo clave para que el proyecto no solo perdure, sino esté abierto a crecer como alternativa de mercado con más de 1.000 títulos anuales.
Esos libros, incluidos los que ofrece en su plataforma digital, una de las nuevas apuestas de la editorial, serán el alimento vital para que la casa llegue rebosante de salud a septiembre de 1934, cuando cumplirá sus primeros 100 años.
El director del FCE, José Carreño, está convencido de que, de cara al futuro, el reto de la editorial es apostar por los jóvenes, las nuevas expresiones y las nuevas tecnologías.
También seguirá con la asociación con instituciones culturales locales y educativas para impulsar ediciones conjuntas, en un intento por cubrir el déficit que tiene en materia de reimpresión de títulos.
Para celebrar el aniversario de esta institución, en las últimas semanas se han dado conferencias sobre las políticas de publicación y de distribución en las 23 librerías del FCE en México y nueve filiales en el extranjero, así como el festival El Libro y sus Lectores.
Una de las actividades más relevantes fue la entrevista que varios periodistas hicieron hace algunos días al presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, en el marco de este aniversario.
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