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Ser pobre no es delito

Aunque muchas veces es incómodo y otras tantas un fracaso, pero ahora los que brillan son los nuevos ricos. Esos que no consiguen el dinero por medio del trabajo. ¡Eso jamás! Y mucho menos se han ganado la lotería, y ni decir de encontrar una botija llena de oro en el patio de los abuelos. Hoy día la riqueza se consigue por drogas, robos, asaltos, engaños o por tomarse el dinero del pueblo. El pobre es considerado un incapacitado social y el rico es el que habla, opina y ordena, con yipetas que cambian cada año, lujosas casas bloqueadas como si fueran castillos feudales, ropa carísima aunque no les quede bien, comer en restaurantes caros aunque se coma con la mano pues nunca se usaron tenedores y cuchillos y mucho menos servilletas. En fin, que el pobre, ahora, en nuestro país, es considerado una basura.

En años de mi niñez y de mi juventud, en mi Moca querida, aprendí con mucho gusto a vivir con austeridad. Los ricos eran ricos, pero tenían un solo carro, una casa un poco mejor que la nuestra, se iba al colegio y a la escuela pública de uniforme y con zapatos iguales tanto las muchachas ricas como las pobres, y los que tenían dinero lo conseguían en base al trabajo, día a día, en sus fincas, sus panaderías, sus comercios, sus tiendas, y por supuesto que había alguno que tenía dinero-negro, pero esos eran muy pocos, y cuando se alcanzaba a ver se cruzaba a la otra acera para no tener que saludarlo. ¡Madre de Dios, cuánto ha cambiando mi país! Muchísima de la gente hoy no entiende que ser pobre, vivir de su trabajo, ser vendedor callejero, obrero, conductor, maestro, no es pecado, que usar el vestido una y otra vez, los mismos zapatos, comer arroz, habichuelas, albóndigas y un poquito de ensalada al medio día, mangú con queso o huevo frito, tomarse un chocolate con pan de agua en las mañanas, es un acto del que no hay que sentirse mal. Entiendo que hay que tener algunas cosa más, pero lo importante es conseguirlo con honestidad.

¿Y si muchos tienen acceso a comer otras cosas más divinas, por qué yo no? Me preguntaría usted, y le doy la razón. Pero lo que quiero decir es que muchos para ser ricos hacen lo que no debían de hacer y eso si es delito o pecado, como usted lo quiera llamar. Cada vez que me entero de que un fulano mató a un joven para robarle el celular, de que una pandilla de menores le cayó a golpes a una anciana para robarle un dinerito y que un "prestigioso" funcionario se pensionó con un dineral, cuando los cañeros todavía no logran la suya que solo llega a un par de pesos, veo que se quiere tener lo que tienen los demás, no importa cómo. Se quiere ser rico y tener lo que nunca había tenido, "y así llega la ausencia".

La sencillez, el ascetismo, la continencia, la sobriedad, la moderación, no son delitos, ni pecados. Uno debe sentirse bien por su labor honrada. Ser rico tampoco es un problema siempre que sea por sus valores personales. ¿Ser rico es ser feliz? A veces. ¿Ser pobre es ser feliz? Depende. La vida hay que saberla vivir de cualquier lado.

Denver, Colorado