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Con boleros se vive mejor

"Mujer falaz, impostora de cariño, tu beso es virus que el alma envenena, tienen tus ansias un corazón de piedra, por las maldades que impone tu cariño… Salomé me quiere, mentira; Salomé me engaña, mentira…" Como ven esta es una canción a una mujer que no quería a ese hombre que tanto la amaba, y ahí quedaba todo. No había que matarla, caerle a puñaladas, echarle "ácido del diablo" o estrangularla. El autor puso en la canción el dolor que le dio el desamor. Ella lo abandonó y él, acongojado, afligido, le cantaba ese bolero. No hubo revancha ni represalia.

"Cuando un amor se va, qué desesperación, cuando un cariño vuela nada consuela mi corazón, dan ganas de llorar, hay que saber perder, no es fácil olvidar…" Y así era en el pasado. Tanto el hombre como la mujer, lloraban, se amargaban, se desesperaban, no era fácil olvidar, había que dejar pasar el tiempo, quizás mucho tiempo para que ese amor se borrara. Había desconsuelo, dolía el corazón, a quien le tocaba perder se quedaba en la casa, encerrado en su habitación, y había en muchas ocasiones que alguien le decía a una, vi a tu ex-novio en el bar de la esquina, poniendo diez veces ese bolero, y con la cabeza baja le contaba a los amigos que tú lo habías dejado por otro. Y eso, a veces, llevaba a la reconciliación. ¿Y ahora?

Y ni qué decir de la canción del maestro Solano: "… por amor hay quien haya querido regalar una estrella..., por amor, soy de ti, y seré toda la vida, por amor…", la cual considero un himno al amor dominicano y del mundo entero. Pero los jóvenes de hoy, con ese taque-taque, no conocen los boleros, ni las canciones románticas que redactan los sentimientos entre un hombre y una mujer que se aman o se dejan de amar. Hace unos meses, tuve un conversatorio con un grupo de estudiantes universitarios, y les hablé de boleros y piropos y de cómo pueden hacer que una relación sentimental termine sin violencia y un acercamiento comience con galantería, requiebro o lisonja, y para mi tormento uno de ellos me dijo: ¿Y qué es un bolero? Tragué mi asombro. Respiré hondo. Y le contesté: A tu abuela que te cante alguno.

Y lo peor es que otro me dijo: Mire, si uno le dice a una muchacha que tiene los ojos bonitos y el pelo precioso, ella se burla. Y así están las cosas. Las jóvenes a veces piensan que el amor comienza con el sexo, y que una galantería es una burla. Habrá que enseñar, tanto a ellas, como a ellos, a ver que las canciones, aún con el modernismo que las crea, y también los piropos, ayudan a que el "amor, amor, nació de ti, nació de mí, de la esperanza; amor, amor, nació de Dios, para los dos, nació del alma; sentir que tus besos se anidaron en mí, igual que palomas mensajeras de luz; sentir que sus labios se quedaron en mi, haciendo en tus besos la señal de la cruz…"

Puede que una serenata, lo cual es difícil para la que vive en el piso decimo-quinto de un edificio, le diga: "Aquí estoy, mi amor, ante tu ventana, si no te gusta mi canto, perdóname mi señora…" Creo que boleros, piropos y otras delicias, no den paso a la violencia que mata a tantas mujeres.

Denver, Colorado

Los jóvenes de hoy, con ese taque-taque, no conocen los boleros, ni las canciones románticas que redactan los sentimientos entre un hombre y una mujer que se aman o se dejan de amar.