Brindo por la vida

"Gracias a la vida que me ha dado tanto /me dio dos luceros que cuando los abro /perfecto distingo lo negro del blanco /y en el alto cielo su fondo estrellado... /Gracias a la vida que me ha dado tanto/me ha dado el sonido y el abecedario /con él las palabras que pienso y declaro: madre, amigo, hermano y luz alumbrando/la ruta del alma del quien estoy amando /Gracias a la vida que me ha dado tanto/me ha dado la marcha de mis pies cansados /con ellos anduve, ciudades y charcos, playas y desiertos, montañas y llanos /y la casa tuya, tu calle y tu patio /Gracias a la vida que me ha dado tanto/me dio el corazón que agita su marco, cuando miro el fruto del cerebro humano /cuando miro al bueno tan lejos del malo /cuando miro el fondo de tus ojos claros /Gracias a la vida /me ha dado la risa y me ha dado el llanto /así yo distingo dicha de quebranto /los dos materiales que forman mi canto / y el canto de ustedes /que es mi propio canto/y el canto de todos /que es el mismo canto..." (Canción de la chilena Violeta Parra, en la voz de Mercedes Sosa)

Así brindo por mi vida con mi copa de vino y cantando esta canción. Por los años que tengo, que son muchos, por mi salud preciada, mi cuerpo entero y mi mente que todavía piensa, medita y reflexiona. Alzo mi copa de vino, una y otra vez, y vuelvo a brindar por ti y por mí, por lo que somos hoy lo que fuimos en un pasado compartido, por el recuerdo grato, por lo que tengo y lo que me falta pero que ya no quiero. Alzo mi copa de vino, y brindo con voz que se alza y protesta por las injusticias, y con la que también apoyo lo que está bien, por mis ojos que ven lo que tienen que ver y se cierran para olvidar algunas cosas. Y junto a esa copa de vino, rebosante, quiero que el mal cambie hacia el bien, que no se haga lo que no se debe hacer, que no se falsifique la buena voluntad, que ser pobre no sea un delito, ni ser negro sea una barrera que impida avanzar, porque se respete la homosexualidad que es algo íntimo.

Brindo con una esperanza que se trepa como una hiedra en los buenos deseos para que florezca un país con gentes que ayuden a quienes tengan que ayudar. Brindo por la paz de un pueblo que sufre y lucha y para que logre la generosidad. Brindo con la caridad de dar la mano a quien la necesite. En fin, que brindo por conseguir lo que pide mi corazón, por lo que brota de mi alma, porque sea algo que venga antes de que finalice este año. Así brindo al finalizar uno y al comenzar el otro. Sé que han pasado muchos y no he conseguido mis deseos ciudadanos. Pero continúo por esa ruta, pidiendo que los que dirigen el país piensen y actúen con amor y dignidad por los que le apoyan y por los que no les apoyan. Ya que una distancia, un discurso distinto, un enfoque desigual, no es un delito. Por el contrario ayuda, da otra perspectiva, hace ver las cosas con alternativa.

Y con esta copa de vino hacia al cielo, brindo por ti y por mí, por lo que nos ha dado la vida, lo que nos ha quitado y lo que todavía falta. Y juntos, demos gracias a la vida que nos ha dado tanto.

Denver, Colorado

Brindo con una esperanza que se trepa como una hiedra en los buenos deseos para que florezca un país con gentes que ayuden a quienes tengan que ayudar.

Ligia Minaya