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Los matatanes

Así se les llamaba, hace algún tiempo, a los “tipejos” que se imponían con sus desagradables recursos, con burlas acomodadas a su antojo, por encima de todo y de todos. ¿Se les dice así todavía? Seguro que los hay aunque hayan cambiado sus nombres por el de “digno-político”, “diplomático sonriente”, “sabelotodo-inteligente”. Si han optado por otros “nombres” siguen siendo y haciendo lo mismo que hicieron los matatanes de antaño. No es que maten, aunque lo hagan o paguen a sicarios por hacerlo, lo que sí continúan haciendo es ser irrespetuosos, mentirosos, rompe-grupos, hacer vida desagradable de los que están a su lado, los que se creen padres de todos los hombres y maridos de todas las mujeres, los corruptos que se hacen ricos desde su juventud sin dinero, hacen exaltación de valores a los que no son nada, ni nadie, pero que le dan lo que ellos quieren, en fin que son capaces de todo lo incorrecto, pero que siempre están sonreídos. Los matatanes meten miedo y paralizan a quienes no son sus secuaces.

Uno sabe que siempre oculta algo, que alguna vez es violento, buscapleitos, descortés, que se esconde como un furtivo ante quienes le señalan, pero busca la apariencia de tener educación. Con el matatán hay mucho engaño y hay demasiados en nuestro país. Son los que se han erigido en “amos y señores” de sus cargos, sea donde sea. Los que nos han robado la despreocupación y la sonrisa. Son “señores”, que aunque no vendan drogas, ni tengan un montón de sicarios, son los que ha subido por las escaleras políticas, cuando en realidad, por su reducción de educación y de buenas costumbres, así como su honestidad, deberían andar limpiando zapatos, vendiendo cocos en las calles, lo cual no es un trabajo ilegal e impropio, pero sí para los matatanes.

Punto y seguido: Creo que a los dominicanos nos gustaría reencontrarnos con políticos y empresarios honestos y muy preparados, que los hay, pero muy pocos, caminar por las calles en las noches, dejar las ventanas abiertas para que la luz de la luna nos acompañe, que se pueda tener una pensión correcta, que no mueran niños en los hospitales como ha sucedido a once pequeños en el hospital Robert Reid, pero sobre todo, que los matatanes no sean los que dicen y los que opinan y un personaje importante en nuestro día a día.

No entiendo por qué nuestros gobernantes, estén en el Palacio Nacional, en los ministerios, en el Senado, en la Cámara de Diputados y en otros tantos lugares importantes, no actúan todos para solucionar los problemas de salud, educación, salarios, pensiones, jubilaciones, pagos correctos, legalidad, y muchas otras tantas necesidades que tiene nuestro pueblo. ¿Cómo es posible que mueran niños y otras tantas personas en un hospital por falta de un señor que se ocupe de vigilar día tras día lo que pueda estar desarreglado antes que haya una tragedia como la que hubo en el Robert Reid? ¿Cómo es posible que los niños en la escuela tengan problemas con la comida y que un anciano no tenga ni un par de pesos para comer? ¿Y matatanes cómo están? ¡Muy bien... gracias!