El infierno para los pecados particulares y del mundo

Cuando era niña, en el Colegio María Auxiliadora donde pasé mis primeros años de estudiante, las monjas nos decían que los terremotos, las tormentas, los incendios y los simples temblores de tierra, eran un castigo de Dios por los pecados del mundo, del pueblo y también de cada persona. Según ellas, eso estaba escrito en la Biblia, algo que en esos años no estaba como hoy, permitida leer. Dios había creado un infierno para los pecadores y esas cosas que enviaba por medio de la Madre Naturaleza eran un castigo. Los pecadores, para ser perdonados tenían que confesarse, ser absueltos por el sacerdote y rezar un rosario, algunas Ave María, dar una limosna a la iglesia, ayunos, andar descalzos, ir a misa cada día, etc., etc., etc. Hoy, los asesinos, los sicarios, los ladrones, los violadores, aunque viven un tiempo largo en la cárcel, viven bien. Pero algunos que asesinan a esos ciudadanos pecadores no tienen ni la mínima carga de pecado.

Hay que ver a los que asesinaron, en plena cárcel y a la luz del día, a Job, a un fulano condenado, pero que parece que iba a denunciar a muchos y otros tantos de haber disfrutado del dinero que él cargaba y distribuía mano a mano para el “perdón” de su pecado nacional e internacional. Hay muchos que asesinan para que sus asesinados no digan las verdades de sus actos. Y todo queda igual. No tienen que confesarse, no con un sacerdote, quizás ante la PN o la justicia. Si lo hacen es una telenovela barata, que da pena y da risa. ¿Y los políticos corruptos? Esos que van a la Catedral para que los retraten y salir en los periódicos, con las manos en la frente, y así fingen que creen en Dios, en la Virgen de la Altagracia y que piden perdón por sus pecados. Me da risa, pena y pique verlos comulgando en la iglesia donde enviaron a hacer una misa en honor al aniversario de su ministerio, de su trabajo “digno”, pagaron un buen dinero, y van vestidos como príncipes y reinas. ¡Oh mi Dios...! ¿Existe el infierno todavía?

Ya no se dice que los terremotos, las tormentas y todo lo que hace la Madre Naturaleza en su trabajo y también para defenderse de las ofensas, como lo que han hecho contra Loma Miranda y otras tantas montañas, ríos y cañadas, es una advertencia de Dios por los pecados del mundo. Y es así porque se ha descubierto, las investigaciones, que nada tiene que ver la Biblia o el mismo Dios, con esos asuntos que nos llena a todos de miedo y de tristeza. Si usted cree que Dios condena de ese modo, lo respeto. Lo que sí quisiera es que existiera ahora ese infierno para que esos matatanes fueran a residir allí y supieran del gran castigo es lo que les ha dado hacer todo lo malo que han hecho.

Punto y aparte: No estoy con la reelección, pero como quien puede ganar las nuevas elecciones es el Presidente Medina, quiero decirle que si gana, por favor, trate de todas formas de borrar la pobreza, la falta de pensiones adecuadas para los cañeros y otras tantas cosas malas que hay en nuestro país.

Denver, Colorado 

Ligia Minaya