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Teatro, ¿retrato de la realidad?

Una mujer te arrastrará al laberinto de su memoria en la obra “El último instante”

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Teatro, ¿retrato de la realidad?
La actriz Carlota Carretero mientras interpreta a Noemí en los ensayos realizados en su casa. (RICARDO HERNÁNDEZ)

SANTO DOMINGO. Los gritos de Noemí recorren cada rincón de la casa de Carlota Carretero, la actriz que le da vida en la obra “El último instante”.

Durante dos meses, la sala de la intérprete ha sido el escenario para los ensayos de esta pieza teatral escrita en 1957 por el dramaturgo Franklin Dominguez y que regresa a las tablas con una nueva adaptación, bajo la dirección de Guillermo Cordero.

En ese lapso, una cama prestada por el Hospital Psiquiátrico Padre Billini, mejor conocido como “El 28”, ha ocupado el espacio en que debería haber muebles. ¿La razón? Noemí atraviesa una crisis que la mantiene recluida en un centro de rehabilitación psicosocial.

“He hecho otros personajes con problemas mentales, pero este es un plato fuerte porque veremos de cerca a una persona con esta condición. Generalmente uno tiene un contacto efímero con ellos porque a veces se tornan violentos, te cambian el estado de ánimo”, asegura la actriz que tiene 35 años de trayectoria.

Para lograr el personaje bipolar crónico y psicótico de Noemí, la actriz afirma que visitaron el Hospital Psiquiátrico Padre Billini para estudiar a varias mujeres que están recluidas: “Yo tomé gestualidades de algunas, la parte emotiva de otras. He hecho un híbrido muy interesante. Es decir que tiene muchos visos de realidad lo que el espectador verá... El teatro es un retrato de la vida, quién sabe si alguien ve la obra y encuentra en ella aliento, un por qué o tal vez se sienta identificado”.

Guillermo Cordero, quien debuta como director con esta puesta en escena, explica que en esta semana la cama será trasladada al Teatro Nacional en donde la historia de Noemí será vista por el público dominicano: “Hemos creado una atmófera artística donde cada elemento se conjuga para dar como resultado una obra real”.

Ante la pregunta de quién se encargará de borrar las huellas que dejó Noemí en su casa, Carlota aun no lo tiene claro: “Gregoria se encargará de ese pintalabios rojo en esa pared blanca... o espuma loca, ¿quién sabe? (risas). Algo haremos”.

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