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Un pasaporte al postgrado en Europa

1070 dominicanos han presentado este año su solicitud para las becas de la Fundación Carolina, aplicando para 3069 programas

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Un pasaporte al postgrado en Europa
Jesús Abreu, director de la Fundación Carolina. (FOTO: DENNIS RIVERA )

SANTO DOMINGO. Jesús Abreu, director de la Fundación Carolina desde 2012, visitó recientemente el país para asistir a unas jornadas centradas en el Liderazgo 360. Fueron organizadas por la Red Carolina, una de las “consecuencias” del trabajo de la Fundación.

Desde su nacimiento, la Fundación ha contribuido a estrechar las relaciones entre España e Iberoamérica, centrando sus objetivos en la mejora de la educación y el involucramiento de las empresas con presencia en los dos continentes en una labor responsabilidad social desde 2001, cuando ni siquiera estaba muy extendido el término.

¿Qué es la Red Carolina?

Son ya más de 16,000 profesionales que se han beneficiado de las becas Carolina a lo largo de los años. Es una red con gran autonomía y que, como es natural, querían volar solos. Hace dos años se reunieron en Oporto y lo hacen en reuniones anuales con gran éxito. El año pasado la cita fue en Mérida México y en este año aquí en Santo Domingo

¿Objetivo alcanzado?

Sí, totalmente. Ya han realizado un estudio para la Secretaría General Iberoamericana sobre la movilidad de talentos y han asistido como observadores invitados a cumbres iberoamericanas y de la Unesco. Es un grupo joven importante, de peso, y se reunieron en Santo Domingo en julio en un encuentro dedicado al Liderazgo 360, liderazgo sostenible y sustentable y en red, el del siglo XXI.

¿Tiene objetivos de liderazgo político?

Se trata sobre todo de un liderazgo cultural y de cooperación. Están preocupados, provienen de toda clase de profesiones y ahora dirige la red un emprendedor que acaba de montar un negocio por Internet. Hay juristas, artistas, hay profesionales de todo el campo de todo lo que hay en la Fundación Carolina. Lo que buscan es un liderazgo cultural y tener ideas de inclusión, de ayuda a sus comunidades y siempre con un sentido muy social y solidario.

¿Qué enfrentan los jóvenes latinoamericanos? ¿Estamos dificultando el relevo generacional?

Yo no me atrevería a llamarles privilegiados porque todo lo han conseguido con su esfuerzo, pero podríamos pensar que la gente que pasa por la Fundación Carolina, nuestros alumnos, no tienen un “techo de cristal“. La Fundación tiene entre sus exalumnos a 15 ministros y exministros, directores de periódico y vinculados a la Fundación a un expresidente de la República, científicos y emprendedores...

Este año damos 620 becas y hemos tenido 170.000 solicitudes. La selección ya implica que estamos eligiendo sobre gente muy preparada y motivada, y que termina su formación en Europa. Cuando llegan a sus países hay un avidez por captarlos. Son la prueba de que los jóvenes pueden llegar a puestos de responsabilidad

¿Y en República Dominicana?

Fuimos pioneros en crear ese gran networking que es la Red Carolina y fomentamos la creación las redes locales. Una de las más activas -hace nueve años se presentó en Funglode- es la Red Carolina RD. Es un grupo muy activo que explica que en 2014 el país presentara 1,600 solicitudes para becas y ahora hablemos de 3,069. Eso es mérito de la red local.

Desde el 2001 el contenido de las becas se va adecuando. ¿Ahora el tema es el emprendimiento?

No solo el emprendimiento. Mantenemos las disciplinas clásicas como jurídicas o económicas, que siguen teniendo mucha demanda. Pero naturalmente hay demanda por otros temas. El emprendimiento es fomentar -como es tradición entre los anglosajones- la iniciativa privada, la creación de tu propio empleo. Quienes crean empleos son los empresarios con sus trabajadores. Es un aspecto clave, no esperar a vivir del Estado sino ser uno mismo el que crea la riqueza.

¿Qué dirección llevan los nuevos programas?

Hemos incorporado disciplinas como videojuegos, animación por ordenador, tecnologías punteras, programas en gestión de aguas y de residuos, energías renovables. Todo lo que demanda la sociedad. Por ejemplo, el programa en Talentum con Teléfonica junta un MBA convencional en el que con seis meses en un vivero de empresas que crea su propia empresa e incluso puede conseguir la financiación. El alumno vuelve con su propio proyecto empresarial. Lo que no queremos es que alguien diga que no puede estudiar con la Fundación porque no hay lo que le interesa. También programas de música clásica que antes se hacían en Alemania o Austria y ahora vienen a España

La filantropía de las empresas es algo muy americano..

Fue muy novedoso de la Fundación Carolina. Ahora todo el mundo habla de las alianzas público-privadas, pero la responsabilidad social en el año 2000 no era tan frecuente. Fue una gran idea de la Fundación implicar a las empresas que en aquel momento eran las más importantes de España y las más internacionalizadas y explicar cómo la mejora de la educación, de la cultura y de las relaciones entre las ambos lados del océanos iba a ser mejor para las empresas, como parte de la sociedad a la que llegaban.

Incluso con el tiempo, por circunstancias de ajustes en el sector público español, ha cambiado nuestra financiación que ahora viene de las empresas. Antes el Estado español pagaba el Estado el 60% del presupuesto y ahora ese 60 es privado. Hacemos una buena labor que gusta a los españoles y la apoyan, ahora les cuesta menos dinero.

La oferta académica actual es notablemente más variada que la de hace unos años...

En 2012 llegó la crisis a España, tenía unos presupuestos muy altos y la Fundación fue solidaria, había que hacer ajustes importantes para que el país no fuera a la bancarrota como otros. Como las empresas tenían también dificultades hubo un reajuste que en el caso de las empresas llegó hasta un 70% casi de un día para otro. Muchas personas pensaron que era una Fundación concebida para manejarse con grandes presupuestos y hubo quien llegó a dudar de nuestra viabilidad. Con mucho esfuerzo e ideas nuevas se repensó la Fundación, aprendimos a optimizar cada euro y las universidades se implicaron mucho más. Empezamos a colaborar con los centros, las universidades y otras instituciones que hicieron el esfuerzo y no solo la hicimos viable y se prescindió de algunas líneas de trabajo, que tampoco estaban en los objetivos fundacionales

La crisis convertida en oportunidad...

A veces las dificultades nos ayudan a repensar que tenemos algunas cosas superfluas de las que ha llegado en el momento de prescindir. Nos centramos en el programa de becas y ahora tenemos más disciplinas que antes. Tenemos algunos programas más costosos y nivelamos la manutención de los estudiantes. Antes cobraban desde 250 hasta 1500 euros, que es más del doble del salario mínimo español y en vez de igualar por abajo ahora no vienen ninguno a España con menos de 750 euros. Lo importantes es que Fundación Carolina es más ágil, es viable, hemos reducido sus estructuras, el personal ha hecho un trabajo excelente y con una estructura ligera estamos dispuestos a aumentar nuestro trabajo sin que aumente su presupuesto.

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