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El papa Francisco hace un balance del 2016 y llama a una mayor inclusión de los jóvenes

El sumo pontífice pidió desde la basílica que los católicos rechacen la lógica centrada “en el privilegio, en las concesiones” y en “los amiguismos”

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El papa Francisco hace un balance del 2016 y llama a una mayor inclusión de los jóvenes
El pastor universal de la Iglesia Católica celebró una ceremonia en el Vaticano (ARCHIVO/DIARIO LIBRE)

CIUDAD DEL VATICANO. El papa Francisco celebró hoy una ceremonia en el Vaticano en la que hizo balance del 2016 y en la que pidió a las sociedades actuales que propicien una mayor inclusión de los jóvenes para que estos puedan construirse un futuro digno.

“No nos privemos de la fuerza de sus manos, de sus mentes, de su capacidad de profetizar los sueños de sus mayores. Si queremos apuntar a un futuro que sea digno para ellos, podremos lograrlo sólo apostando por una verdadera inclusión: esa que da el trabajo digno, libre, creativo, participativo y solidario”, dijo.

El pontífice se expresó así durante la celebración de las primeras vísperas de la Solemnidad de María Santísima Madre de Dios, una ceremonia que tuvo lugar en la basílica vaticana de San Pedro y en la que se entonó el “Te Deum” de acción de gracias por el año que termina.

La ceremonia comenzó a las 17.00 local (16.00 GMT), duró cerca de una hora y veinte minutos, y a ella asistió, entre otros, la alcaldesa de Roma, Virginia Raggi.

El papa dio inicio a la ceremonia cuando se acercó en procesión hasta el altar mayor y besó una imagen del Niño Jesús.

Durante la homilía, el pontífice afirmó que la sociedad actual está en “deuda” con los jóvenes y lamentó que se haya “creado una cultura que, por un lado, idolatra a la juventud queriéndola hacer eterna” pero que al mismo tiempo condena a los jóvenes “a no tener un espacio de real inserción”.

“Lentamente los hemos ido marginando de la vida pública obligándolos a emigrar o a mendigar por empleos que no existen o no les permiten proyectarse en un mañana”, criticó.

“Hemos privilegiado la especulación en lugar de trabajos dignos y genuinos que les permitan ser protagonistas activos en la vida de nuestra sociedad. Esperamos y les exigimos que sean fermento de futuro, pero los discriminamos y ‘condenamos’ a golpear puertas que en su gran mayoría están cerradas”, añadió.

El papa consideró esencial ayudar a los “jóvenes a recuperar en su tierra, en su patria horizontes concretos de un futuro por construir” y afirmó que es fundamental “estimularlos a que sean capaces de soñar y de luchar por sus sueños”.

En la plaza vaticana aguardaban miles de fieles que no pudieron asistir a la misa en el interior de la basílica y que corearon el nombre de Francisco, al que pedían su bendición al verle y también alguna fotografía para el recuerdo.

El papa recorrió a pie la plaza, acompañado por algunos escoltas, y tras saludar a los presentes y dar la bendición a varios niños, se acercó hasta el Portal de Belén donde rezó unos momentos en silencio.

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