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El mango pierde su encanto en Paraguay, donde es sinónimo de basura

La acumulación de la fruta descompuesta adquirió tal envergadura que la Municipalidad de Asunción puso en marcha el “mango móvil”, para retirarla de las calles

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 El mango pierde su encanto en Paraguay, donde es sinónimo de basura
Fotografía de un Mango Móvil, un camión de la Municipalidad de Asunción que sale a recoger mangos desperdiciados, este martes, 10 de enero de 2017, en Asunción (Paraguay). ( EFE/ANDRÉS CRISTALDO BENÍTEZ)

ASUNCIÓN. Altamente valorado en países de Asia y Europa, en Paraguay el mango es sinónimo de basura, especialmente en Asunción, donde cada verano se amontonan miles de kilos despreciados por la ciudadanía, más interesada en la sombra que proyecta su árbol que en las propiedades de su delicioso fruto.

Esa escasa predisposición a ingerir el dulce manjar, en un ciudad que está plagada de sus árboles, hace que por estas calurosas fechas miles de mangos recién caídos se pudran en las calles capitalinas a la espera de ser recogidos por las brigadas municipales de limpieza.

La acumulación de mangos descompuestos adquirió tal envergadura que la Municipalidad de Asunción puso en marcha el “mango móvil”, un camión destinado exclusivamente a recoger del suelo la fruta tras la llamada de los vecinos.

Desde que comenzó esa labor, hace unos 23 días, el camión ha recolectado 670.000 kilos de mango y se espera que la cifra supere el millón de kilos a finales de mes, cuando finalice la temporada, dijo a Efe Rodrigo Velázquez, director del Servicio Urbano de la Municipalidad.

La cifra no parece exagerada teniendo en cuenta que un árbol de mango puede producir hasta 2.000 kilos de fruta y que en la capital paraguaya hay zonas donde se arremolinan hasta una decena de árboles.

“En Asunción se han plantado mangos desde siempre para crear sombra. El que más abunda es el nacional, cuya fruta es más chica, y luego está el injertado, más grande”, dijo Velázquez.

El funcionario explicó que ese fértil paisaje crea cada principio de año un problema añadido a la ya complicada recolección de la basura de la Municipalidad, que cuenta apenas con unos 20 camiones para sanear una urbe de medio millón de habitantes.

“Los mangos creaban muchos inconvenientes por su volumen y peso, se llenaban los camiones y había retrasos en la recolección de basura. Además generan una sustancia ácida que dañaba la caja compacta de los vehículos”, explicó Velázquez.

Ahora el “mango móvil” contribuye a erradicar ese problema con sus turnos de servicio, con una capacidad de carga de hasta 18.000 kilos de mango por viaje, y con la colaboración de la ciudadanía, que informa las zonas donde se requiere la visita del camión.

Velázquez reconoce que se trata de una solución incompleta, puesto que toda esa montaña de mangos acaban en la escombrera de Cateura, la principal de Asunción, sin ser aprovechados nutricional o comercialmente, como en el resto de países que lo producen.

En ese sentido, Velázquez señaló que desde la Municipalidad estudian la creación de un plan piloto que salve a esos mangos de su descomposición final en el vertedero, con una salida comercial o su reparto en penitenciarias o centros de asistencia.

Para ello haría falta la plena colaboración de los propietarios de los árboles y su compromiso para recoger el mango en su punto de madurez y antes de caer por su propio peso.

“El problema es que recogemos los mangos cuando están en el suelo y ya golpeados. Además, con las altas temperaturas de estas fechas se deterioran muy rápido y dejan de servir para el consumo”, indicó Velázquez.

El otro obstáculo a superar consistiría en adaptar el mango a la dieta paraguaya, compuesta fundamentalmente por carne bovina y poco inclinada a las frutas y legumbres.

“El paraguayo no es propenso a comer fruta, además hay cierta superstición sobre el mango, como que no puede ser comido con otros productos como la leche”, dijo Velázquez.

Sin embargo los hábitos están para cambiarlos, como se mostró a principios de enero en la ciudad de Areguá, a unos 28 kilómetros de Asunción, que celebró el Festival Gastronómico del Mango, una propuesta de helados, yogures, zumos y licores a base de mango.

Este año, además, el festival ofreció nuevas combinaciones para seducir el paladar de los paraguayos, entre ellas la pizza de mango, la milanesa de mango y el asado de chancho, también con esa guarnición.EFE/Chema Hernández

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