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¿Tienes un hijo mal comedor? Tips para superar los malos hábitos alimenticios

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¿Tienes un hijo mal comedor? Tips para superar los malos hábitos alimenticios

SANTO DOMINGO.- En la lista de alimentos apetecidos por los niños los helados y bizcochos suelen ir de  rimero.  Otras opciones de muy poco valor nutricional como hot dogs y papas fritas son el sueño de los chiquitos que rechazan de plano, sin probar bocado, el tradicional plato de arroz con habichuelas, carne y ensalada que se ofrece en la mesa dominicana. 

Algunas madres se irán por la vía de la creatividad culinaria para lograr el anhelado “Sí quiero” de los peques:  un menú variado, más ligero  y divertido parece ser la llave mágica que da acceso al apetito voraz. 

Incluso hay quien comete el error de convertir su casa en un restaurante, permitiendo que sus chicos coman a la carta, lo que les obliga a preparar  dos, tres y hasta cuatro opciones de almuerzo en un día. Si la respuesta, aún con todo este esfuerzo, es negativa, aumenta la frustración de quienes lo han probado todo para que sus hijos sean receptivos en la mesa. 

De acuerdo con los resultados arrojados por el Estudio Zaragoza, España,  sobre “niños malcomedores", patrocinado por el Laboratorio Abbott Nutrition,   en el tema de la alimentación, los malos hábitos, la inconsistencia  y la falta de tiempo de los padres son los cinceles que moldean la figura del niño mal comedor.

Antes, la reunión familiar en torno a la mesa era una costumbre que acompañaba las comidas, hoy cada uno de los padres tiene su propio tiempo de trabajo, las coincidencias de horario en casa son cada vez más difíciles, lo que deja a los niños solos con el servicio u otros parientes menos rigurosos con las rutinas del hogar. 

Comer con el televisor encendido, con un juguete o con la promesa de que habrá una paleta una vez el plato este vacío, dificulta el panorama.  Cuando se aceptan estos malos hábitos es porque no hay una autoridad que imponga lo correcto, el niño está conciente de su poder y  manipula la situación a su antojo, le impone sus reglas a un adulto que cede por ignorancia o comodidad.

¿Tienes un mal comedor en casa?  Los expertos ofrecen recomendaciones puntuales para dejar a un lado los malos hábitos alimenticios poco a poco.

Dale opciones pero no le permitas hacer su propio menú.   Ofrécele dos alternativas, no más, para acompañar sus comidas, aconseja la psicóloga Ana María Pellerano, directora del Centro de Formación Familiar Padres de Hoy.  Hazles entender desde pequeños que el factor nutricional debe estar por encima de los gustos. 

Horarios claros: Aunque papá y mamá no estén en casa, los niños deben sentarse a la mesa a las mismas horas.  Esto les crea una estructura que respetaran toda su vida, explica Ana María.

La comida no es un castigo, ni una recompensa: Jamás les des lecciones o premios con los alimentos. Hacerlo así le dará al niño una visión distorsionada sobre el tema que puede llevarlo a rechazar la comida por asociarlo a algo negativo o comer en exceso cuando busque sentirse bien, la raíz de varios desórdenes alimenticios como la anorexia, bulimia y  la glotonería.

Cero estrés en la mesa:  Hacer de la comida un momento tenso  lleno de gritos, amenazas y desesperación es un serio obstáculo para logar una buena alimentación.  Trata de crear un ambiente armónico, relajado, haz de la mesa un espacio para el diálogo divertido que los chicos añoren.

Consecuencias naturales: El niño que deja de comer sin ninguna razón debe asumir las  consecuencias  de su decisión.  Hazlo esperar hasta la próxima comida, sin darle meriendas, dulces ni bocadillos, dice Ana María Pellerano. La experiencia de miles de madres dejan claro que éste es un remedio infalible.

Come con tus hijos: Aún sean solo los fines de semana,  crea el hábito de comer juntos en la mesa.  Verás cuán nutritiva es esta práctica y no nos referimos sólo a la alimentación.

Meriendas equilibradas: Si ofreces a tus pequeños meriendas muy pesadas es muy probable que sólo quiera un par de bocados del almuerzo y la cena.  Las meriendas siempre deben ser bocadillos ligeros.  

Cumple tú también con las reglas:  De nada vale que trates de obligar a tu hijo a comer sopa si tu no la comes. Tú debes cumplir las reglas alimenticias que impones,  superar tus malos hábitos y obrar con el ejemplo.