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Hogar: ¿Por qué no me dura el servicio doméstico?

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Hogar: ¿Por qué no me dura el servicio doméstico?

SANTO DOMINGO.-¿Otra vez se ha ido de tu casa la señora del servicio doméstico, ya han pasado muchas este año y con ninguna has podido establecer una relación de trabajo permanente? Aunque insistes en culpar a las personas que han laborado contigo, ya empiezas a pensar que estás haciendo algo mal. 

Cuando una relación, del tipo que sea, falla, las dos partes tienen algo que ver en el fracaso.  En este artículo analizamos errores más comunes que cometen las cabezas de casa con el servicio doméstico, que impiden la permanencia prolongada de una trabajadora en el hogar.

Maltrato: El respeto a todos los niveles es fundamental para tener una relación de trabajo efectiva, duradera y beneficiosa para ambas partes. Un empleado no es un ser inferior, recuerda que para expresar un desacuerdo o molestia no tienes que usar expresiones humillantes o inapropiadas.

No tener procedimientos de trabajo:  Debes enseñar a tu empleada doméstica a realizar las tareas de tu casa como a ti te gusta y como a ti te funcionan. Ten paciencia porque este proceso toma tiempo, pero es lo que asegura la efectividad en el trabajo.  

Falta de planificación. Establece horarios para las tareas domésticas cotidianas como fregar o cocinar, y fechas específicas para las tareas especiales como hacer limpieza profunda de un área en específico.  

Planifica el menú de la semana, así ella sabrá lo que hacer y proporcionale una libreta para anotar lo que se ha acabado. Si pones las cosas por escrito las dos sabrán cuando no se ha cumplido una tarea.

Muy poco sueldo:  si pagas muy poco sólo las personas desesperadas por un empleo aceptarán trabajar contigo.  En tanto consigan algo mejor dejarán tu casa.  Si no puedes pagar más, opta por reducir la carga de trabajo, los días o el horario.

Pagos irregulares: Al igual que cualquier otro servicio las fechas de pago de las empleadas domésticas son sagradas. No te retrases, ni recortes su sueldo, o correrás el riesgo de quedarte sola de un momento a otro.

Demasiada carga: Mira tu casa y toma en cuenta tus exigencias, no será demasiado como para una sola persona. Algunas amas de casa delegan todas sus funciones en el servicio doméstico, esto es un error, recuerda que ellas son tus asistentes, nunca pretendas que tengan toda la responsabilidad de tu hogar.

Parte de la familia: Mucha de las empleadas domésticas dejan de ver a sus hijos y esposos durante una semana o más para trabajar en una casa de familia. ¿Te imaginas en la misma situación? Comprende por lo que están pasando y  trata de tener detalles especiales con ella, integrarlas a tu entorno familiar,  sin poner en juego el respeto que debe primar en una relación laboral. 

Bríndales afecto y sé solidaria cuando ella tenga alguna dificultad personal o familiar. Este punto te permitirá tener a una persona de confianza en casa, que agradece y valora porque se siente parte de un núcleo familiar.