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¿Queremos minería?

 Las discusiones sobre el proyecto de explotación minera en Loma Miranda suben de tono. Pero el conflicto trasciende las diferencias entre ambientalistas y la empresa Xstrata Níckel. Es el Estado dominicano, que otorgó la concesión y en su caso dará el permiso ambiental, el que decidirá si apuesta por un modelo económico que incluye el sector minero. O no.

¿Sí? ¿No? ¿Con fuertes restricciones? ¿Con supervisión medioambiental más estricta? Porque la duda es… ¿se puede realmente compaginar la minería a cielo abierto con el respeto al medio ambiente? ¿Contamos con las instituciones adecuadas para garantizar que se cumplen las leyes?

El 30 de marzo, la empresa Xstrata Nickel entregaba en el Ministerio de Medio Ambiente su estudio de impacto ambiental para el proyecto de explotación minera de la Loma Miranda. Tiempo después, el 12 de julio, el Ministro de Medio Ambiente, ante preguntas de los periodistas, aseguraba que no lo había recibido.

Pero sí, el estudio estaba en el Ministerio, y como muestra Zoila González, viceministra de Planificación y Desarrollo en esta institución, recibido a satisfacción, completo. Y no, la explotación no ha comenzado, en contra de lo que parte de la opinión pública cree.

Las evasivas del ministro simplemente revelaban que la decisión sobre el permiso ambiental que su ministerio debe conceder (requisito indispensable para comenzar la explotación), sería dejada para después del 16 de mayo. Cosas de la transición. La decisión ya para ese 12 de julio se revelaba conflictiva.

Decisión difícil. Bien lo sabe Eleuterio Martínez, hoy portavoz de la Academia de Ciencias, institución opuesta rotundamente a la explotación de Loma Miranda, y a quien en su día le tocó defender públicamente la concesión de la cementera en Los Haitises, cuando en la gestión de Jaime David Fernández Mirabal ocupaba el cargo de subsecretario de Áreas Protegidas y Biodiversidad. Decisión difícil, no sólo por los antecedentes de la movilización social que paralizó aquel proyecto, (la de Gautier, en Boca Chica, ha tenido mejor suerte en estos días), sino por las fuertes posturas de oposición mostradas por grupos ambientalistas y populares, especialmente activos en La Vega.

Ya en un extremo, esta oposición se materializa en comentarios como los vertidos en un programa de radio de la capital en el que el comentarista, textualmente dice: "(…) si realmente nos importara (se refiere a los dominicanos) el medio ambiente, nosotros hubiéramos ido hace rato y le hubiésemos pegado fuego a la Falconbridge y no lo estamos haciendo. (...) Nosotros, si realmente nos importara el medio ambiente, le echamos gasoil a la familia de todos ejecutivos de la Faconbridge y los prendemos en compresión, los prendemos en candela. (…) los quemamos vivos en aceite…".

Nadie en su sano juicio piensa que el reconocido locutor vaya a cumplir sus palabras. En cambio, sí se han reportado ya pedradas a camiones de la empresa y amenazas verbales a empleados. Para un reportaje de DL sobre el tema, se han recogido acusaciones veladas o explícitas de corrupción en todas direcciones: residentes de La Vega acusan a los de Bonao de no protestar por estar "comprados" por Falcondo desde hace 30 años. El cura Tomás… "comprado primero y se ha volteado después" critican unos feligreses. Los vecinos de Las Manaclitas reubicados y a los que Xstrata Níckel ha entregado casa y de 5 a 7 tareas de tierra para cultivar en Sabana del Puerto, son "indígenas (sic), están comprados" farfullan otros. Los funcionarios que favorecen la explotación "están comprados". El autor de un informe que refuta los estudios económicos de Xstrata Nickel "ya ha pedido lo suyo" y líderes comunitarios están esperando "a que les compren", dejan caer aquellos. Imposible seguir todas las acusaciones, pero sirven para medir la temperatura.

El agua, el dinero

Las discrepancias entre la empresa y los ambientalistas se centran básicamente en torno a dos ejes: el valor de la Loma Miranda como cuenca acuífera y la rentabilidad real del proyecto. Pero empecemos por el principio: ¿quién, cuándo, otorgó la concesión minera a Xstrata Nickel?

Octavio López, director de Minería explica que Loma Miranda es parte de la Concesión Quisqueya, otorgada a Falconbridge en 1971. Y aclara: "sigue vigente porque las concesiones aquí son a 75 años de acuerdo a la ley." La empresa, eso sí, debe actualizar el proyecto presentando "un informe técnico financiero porque tienen que demostrar la viabilidad técnica y económica de su propuesta".

Ese es un primer punto de controversia; Luis Carvajal, de la Academia de Ciencias, afirma que la vida útil de la mina en Loma Miranda no es la que presenta la empresa, y que su explotación no es rentable, por lo que el daño ecológico -enorme a su juicio- que se haría a la zona no tendría ni siquiera compensación económica.

Zoila González, viceministra de Medio Ambiente es consciente de los desacuerdos y partidaria de sopesar pros y contras, "yo creo en el equilibrio de las cosas. Hay cosas que no se pueden hacer, y cosas que sí se pueden hacer". Confirma que los técnicos ya están haciendo trabajo de campo, en Miranda, para contrastar con sus observaciones en el sitio los estudios presentados por la minera: "la empresa señala que la concesión es de 1,373 hectáreas, pero que slo van a poner en operación 484 y que las 889 restantes las mantendrán como zona protegida. Tiene un 80% de bosque húmedo y una red hidrográfica de cuatro ríos, bueno... digamos cuatro ejes de descarga, realmente, y uno de ellos es el río Jagüey".

Segundo punto de divergencia. Para la viceministra González, este río nace a más de 700 metros de Loma Miranda. La Academia de Ciencias habla de que allí nacen entre 30 y 60 ríos y asegura que se verá afectada la presa de Rincón. La empresa dice que la extracción del ferroníquel se hará en la ladera contraria y que las corrientes de agua importantes son sólo dos, que no se afectarán, ya que no se utilizarán químicos y que ninguna de ellas vierte en Rincón. Y que el mineral se irá extrayendo por franjas y reforestando a la vez.

Tercer punto de controversia. Si el agua y la rentabilidad eran los dos primeros, la recuperación de las zonas intervenidas es el tercer punto del desacuerdo. La empresa muestra sus programas de reforestación de las laderas ya explotadas por la Falconbridge en Bonao y admite que se tarda de 20 a 25 años en recuperar el bosque. Los ambientalistas consideran que el daño es mucho mayor que el admitido, y que la recuperación en las lomas ya intervenidas no se ha hecho, ni siquiera, con las especies adecuadas. Doña Zoila González, de Medio Ambiente, ve este punto como una oportunidad para evaluar realmente si los programas de recuperación de las lomas de Bonao han sido exitosos y qué se puede hacer para mejorarlos.

Se necesita, pues, un debate a tres bandas.

Diario Libre se ha ofrecido para que se produzca un debate técnico entre ambientalistas, la empresa Xstrata Nickel y el Ministerio.

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