Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
Actualidad

Cremaciones, una tendencia que empieza a crecer en RD

Expandir imagen
Cremaciones, una tendencia que empieza a crecer en RD
Horno crematorio del tipo Matthews, que se usa en el país.

Entre el público dominicano este servicio aumentó un 32% en 2012, y es probable que continúe, ya que otra empresa anuncia su integración al mercado. 

J.A.B. decidió en vida que cuando falleciera, sus restos fueran cremados. Aunque no dejó ningún documento legal especificándolo, cuando expiró el pasado mes, su familia cumplió su deseo, y sometió su cuerpo al proceso de biodegradación acelerada por medio del calor (cremación), quedándose sólo con sus cenizas.

Desde hace años, más dominicanos están optando por la cremación como opción final para sus restos. Esto se comprueba en las estadísticas de la Funeraria Blandino, la única empresa que ofrece este servicio en la actualidad. De acuerdo con los datos, en el año 2011, 74 dominicanos fueron cremados, un número que subió a 98 en 2012, un 32.4% por ciento más, en tan sólo doce meses.

A pesar de que la cifra es aún muy pequeña respecto a la forma tradicional de disposición final de los cuerpos en el país, que es la inhumación (sepelio), indica que un segmento de la población está abierto a otra posibilidad.

Las primeras cremaciones en el país se hicieron hace diez años (2003), cuando la Blandino lo incluyó en su catálogo. Ese año se realizaron 60, principalmente de extranjeros, acostumbrados culturalmente al proceso.

Virginia Arredondo, directora ejecutiva de la empresa, recuerda que para entonces, el promedio era una o dos cremaciones al mes; ahora es de 10, incluyendo los servicios para ciudadanos extranjeros.

Aunque reconoce que todavía en el país hay mucho tabú respecto al tema, Arredondo expresa que están viendo un crecimiento sostenido en el deseo de las personas de ser cremadas al morir. Esta tendencia se manifiesta más en lo que llaman 'contratos de prearreglo', que es la oportunidad que tienen las personas de dejar resuelto el funeral suyo o de cualquier ser querido. "Cada vez más la gente opta por dejar pagado un servicio de cremación", expresa Arredondo.

Actualmente, quienes se deciden por la cremación lo hacen directamente con Blandino. Pero próximamente, con la entrada al negocio de la empresa Parque del Prado, que tiene en proyecto abrir un crematorio en sus instalaciones del municipio de Guerra, habrá dónde escoger.

Su director, Luis Féliz, asegura que su entrada a este mercado "acentuará" este aún incipiente servicio en el país. "Nosotros vamos a dimensionar el servicio, vamos a colocar la opción de que funerarias en todo el país puedan ofertar el servicio nuestro, lo puedan contratar, por ejemplo en Santiago, hagan sus acuerdos con funerarias en Santiago, lo traigan aquí y se le envían las cenizas a Santiago", detalla Feliz.

De acuerdo con el ejecutivo, la empresa que representa, ya cuenta con los permisos legales correspondientes para ofrecer el servicio, que será similar en precio al del mercado.

La oferta actual incluye cremaciones directas, en las que se salta el paso del velatorio. Simplemente el cadáver se recoge en el lugar del deceso o en Patología Forense, y se lleva al crematorio. Cuando es así, el proceso cuesta RD$56 mil.

Pero al darse cuenta que muchos dominicanos querían además de la cremación, un velatorio, Blandino desarrolló el plan "Cremación Premium", que incluye los dos, y que puede ser pagado en cuotas.

El paquete, según Arredondo, permite que los familiares hagan el cierre de duelo, algo que como empresa están promoviendo, a fin de que los dolientes puedan finalizar este capítulo y seguir con sus vidas.

La "cremación Premium" cuesta RD$79 mil, e implica el uso de un ataúd reusable, al que sólo le cambian la parte interna, que es desechable. Pero los familiares tienen la opción de comprar un féretro diferente, si así lo desean, y pagar su costo.

Razones de la decisión

Quienes eligen la cremación son generalmente personas de clase media y alta, descendientes de extranjeros o que han estado en contacto con otras culturas, indica la alta ejecutiva.

Algunos lo hacen por convicción personal, otros por practicidad, y para no dejar a la familia la responsabilidad de cuidar una tumba, pero una minoría también alega la inseguridad de muchos cementerios públicos.

Uno de éstos últimos es Rafael, cuyo hermano fue cremado recientemente. Opina que "el momento es para que todo el que llegue a este proceso, a esta final, sea cremado".

Indica que económicamente "sale casi igual" que un entierro, "y además uno protege más a sus deudos de este vandalismo que existe" en algunos cementerios. Cuando se le pregunta si optaría por esta opción, responde afirmativamente. Preguntado al respecto, el sociólogo Francisco D' Oleo, de la Universidad Apec, manifiesta la tesis de que en el caso dominicano, el aumento que se empieza a notar en las cremaciones está relacionado principalmente a factores religiosos e ideológicos.

El proceso

La cremación es un proceso químico que permite la "biodegradación acelerada" de un cuerpo por medio del calor. En el caso de los humanos se usa un horno especial que trabaja a una temperatura de por lo menos 1,600 grados Farenheit, el equivalente a tres o cuatro veces la máxima potencia de un horno de cocina.

El que utiliza Blandino es de la marca Matthews. Está hecho de metal en su exterior. Mientras, en el interior una "pared" de ladrillo refractario conserva el calor en los laterales y una plancha de concreto soporta el cuerpo.

El proceso lo realizan en las instalaciones de Herrera. Tarda en promedio tres horas, tiempo en que el cuerpo se reduce a cenizas. Una hora después, las cenizas se recogen, a través del barrido con una brocha, para agrupar la mayor cantidad de materia posible de ese humano. Por medio de este procedimiento, cualquier humano, por grande que sea, se reduce a 2.5 kilos, luego de cremado. Esto es 5.5 libras.

Las cenizas se entregan en la oficina principal de la avenida Abraham Lincoln en una urna, generalmente de madera, pero previamente, los restos son colocados en una bolsa plástica cerrada.

La iglesia católica no se opone al proceso 

Entre los tabúes que existen sobre la cremación, está el que establece que este método es desaprobado por la iglesia católica, y que las cenizas no se pueden esparcir, porque después la persona no resucitará. Pero la verdad es que esto no es cierto.

"La iglesia ni se opone ni rechaza a la cremación en ningún sentido de la palabra", afirma Carmelo Santana, secretario de la Conferencia del Episcopado Dominicano. Lo que pide, afirma, es que sea cual sea el método a usarse para disponer de un cadáver, se preserve la dignidad de la persona.

Lo que sí objeta la iglesia, que se basa en el principio de la resurrección del alma, es que las personas se decidan por la cremación como una forma de rechazo a la fe o que usen los restos para la hechicería. Pero si es por costumbre social o para simplificar el proceso, no tiene ninguna objeción. Santana asegura que el hecho de que un ser humano sea convertido en cenizas de forma anticipada no atenta contra la idea de la resurrección, "porque no hablamos de una vivificación a la vida natural que se posee, sino la trascendencia del ser humano hacia una vida nueva, a un cuerpo espiritalizado, que trasciende el espacio físico". El Vaticano sí prefiere que los restos sean colocados en un cementerio, en vez de dejarlos en las casas.

Consideran que seguirá en aumento

Tanto los empresarios del sector funerario, como los estudiosos de la sociedad coinciden en que la tendencia de la población dominicana hacia la cremación seguirá en aumento. "Yo pienso que sí, que en la medida que se están experimentando cambios culturales y nuevos valores que van dando paso a lo que es la construcción de una nueva sociedad, en el contexto de la postmodernidad y de la globalización, muchas personas más van a ir a optar por esta solución", detalla el sociólogo Francisco D' Oleo.

Esta percepción también la refleja Jesús Itriago, director internacional de Mercadeo y Ventas de Puerta del Cielo, único parque cementerio que ofrece columbarios (nichos especiales para colocar las cenizas), quien pronostica que las cremaciones son un tema cultural que irá avanzando en el país, ya que es una tendencia en toda Latinoamérica.