Reducen a 14 años sentencia a exjefe de Enron
Skilling declinó hacer declaraciones durante la audiencia
Diario Libre
HOUSTON- Uno de los escándalos financieros más famosos del país concluyó finalmente el viernes cuando el exdirector general de Enron, Jeffrey Skilling -que ya estaba en prisión por su papel en el colapso del otrora gigante energético- recibió una nueva condena de 14 años como parte de una reducción ordenada por el tribunal y un acuerdo por separado con la fiscalía.
Skilling está en prisión desde 2006, cuando fue sentenciado a más de 24 años por el juez federal de Distrito Sim Lake. Pero un tribunal de apelaciones anuló su término de prisión en 2009 al fallar que una directriz de sentencia se aplicó indebidamente. Eso significaba una reducción máxima de 9 años.
Sin embargo, la nueva sentencia a Skilling demoró años porque trató infructuosamente de anular los fallos condenatorios en su contra, incluso apelando a la Corte Suprema.
Skilling declinó hacer declaraciones durante la audiencia.
El Departamento de Justicia dijo que en un esfuerzo por solucionar el caso, que lleva más de 10 años en los tribunales, aceptó una reducción adicional de unos 20 meses como parte de un acuerdo para evitar que Skilling presentara más apelaciones. Los fiscales federales dicen que el acuerdo permitirá el pago de 41,8 millones de dólares en activos de Skilling a manera de compensación a las víctimas del colapso de Enron en 2001.
Incluso con la reducción de sentencia, Skilling es la persona que más tiempo pasará en prisión de todos los involucrados en el escándalo de Enron. Skilling fue el ejecutivo de más rango en ser condenado. Los fallos condenatorios de fundador de la empresa, Kenneth Lay, similares a los de Skilling, fueron anulados después de fallecer de problemas cardíacos menos de dos meses después del juicio.
Skilling, de 59 años, fue condenado en 2006 de 19 cargos de confabulación, estafa de valores, transacciones ilegales con información privilegiada y mentir a los auditores por su papel en el colapso de Enron, con sede en Houston. La empresa, en sus mejores tiempos la séptima más grande de Estados Unidos, se fue en bancarrota bajo el peso de años de transacciones ilegales y fraude de contabilidad.
El colapso de Enron dejó sin empleo a más de 5.000 personas, borró más de 2.000 millones en valor de fondos de pensiones de los empleados y dejó sin valor alguno acciones de la compañía por valor de 60.000 millones de dólares. Las consecuencias del desastre se sintieron en toda la ciudad y el sector energético de Estados Unidos.
Skilling está en prisión desde 2006, cuando fue sentenciado a más de 24 años por el juez federal de Distrito Sim Lake. Pero un tribunal de apelaciones anuló su término de prisión en 2009 al fallar que una directriz de sentencia se aplicó indebidamente. Eso significaba una reducción máxima de 9 años.
Sin embargo, la nueva sentencia a Skilling demoró años porque trató infructuosamente de anular los fallos condenatorios en su contra, incluso apelando a la Corte Suprema.
Skilling declinó hacer declaraciones durante la audiencia.
El Departamento de Justicia dijo que en un esfuerzo por solucionar el caso, que lleva más de 10 años en los tribunales, aceptó una reducción adicional de unos 20 meses como parte de un acuerdo para evitar que Skilling presentara más apelaciones. Los fiscales federales dicen que el acuerdo permitirá el pago de 41,8 millones de dólares en activos de Skilling a manera de compensación a las víctimas del colapso de Enron en 2001.
Incluso con la reducción de sentencia, Skilling es la persona que más tiempo pasará en prisión de todos los involucrados en el escándalo de Enron. Skilling fue el ejecutivo de más rango en ser condenado. Los fallos condenatorios de fundador de la empresa, Kenneth Lay, similares a los de Skilling, fueron anulados después de fallecer de problemas cardíacos menos de dos meses después del juicio.
Skilling, de 59 años, fue condenado en 2006 de 19 cargos de confabulación, estafa de valores, transacciones ilegales con información privilegiada y mentir a los auditores por su papel en el colapso de Enron, con sede en Houston. La empresa, en sus mejores tiempos la séptima más grande de Estados Unidos, se fue en bancarrota bajo el peso de años de transacciones ilegales y fraude de contabilidad.
El colapso de Enron dejó sin empleo a más de 5.000 personas, borró más de 2.000 millones en valor de fondos de pensiones de los empleados y dejó sin valor alguno acciones de la compañía por valor de 60.000 millones de dólares. Las consecuencias del desastre se sintieron en toda la ciudad y el sector energético de Estados Unidos.
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