Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
Actualidad

El monto de la pobreza

Banca Solidaria dice ha desembolsado RD$2, 795 millones

SANTO DOMINGO.-En su primer año de gestión, Banca Solidaria ha desembolsado un monto de RD$2,795 millones en préstamos otorgados a 51, 304 micro y pequeños empresarios, de los cuales un 70 por ciento corresponde a mujeres y un 30 por ciento a hombres de nacionalidad dominicana.

De acuerdo a un informe presentado este lunes por la directora de la entidad, Maira Jiménez, durante el período del 31 de octubre de 2012 al 31 de octubre de 2013, el programa creado por el gobierno para dinamizar la economía y aportar al combate del desempleo en el país, ha entregado un promedio general de préstamos de RD$ 55 mil por beneficiarios.

"Estos recursos han dinamizado en forma significativa la economía en los barrios y comunidades de menores ingresos, generando miles de empleos y mejorando el bienestar en dichas comunidades", manifestó Jiménez.

La funcionaria destacó que para el otorgamiento de los préstamos han dado apertura a 45 sucursales en todo el territorio nacional y especificó que dentro de las principales actividades financiadas se encuentra la confección de colchas, prendas de vestir, bisuterías, fabricación de muebles, dulces, casabe, quesos, productos de belleza, de limpieza, venta de ropa nueva y usada, puesto de frituras, empanadas y otras.

Beneficiados 

Belkis Jiménez, es una de las 200 integrantes del Movimiento de Mujeres Unidas (MODEMU) que ha adquirido préstamos a través de Banca Solidaria.

En agosto de este año, esta ex trabajadora sexual, esperanzada en emprender un proyecto que le permitiera salir de la pobreza y la prostitución, solicitó un préstamo de cinco mil pesos para crear su propio negocio.

"Cuando recibí el dinero pensé vender ropa interior, poner un salón pero no me daba y terminé poniendo una fritura", relata.

"Me volví loca, compré un anafe en 1, 000 pesos, una vitrina en 2, 500 y con el resto compré bofe, pico y pala, mondongo, gasté mil quinientos pesos en mercancía y solo decía Dios mío qué voy a hacer si no vendo todo esto".

Pero su primer día concluyó con la venta de toda la mercancía y con la ganancia de 700 pesos.

"Ahora mi capital está en 2, 500 pesos, de ahí saco mi venta y mi ganancia, con esto me mantengo y puedo resolver todos mis problemas pobremente", subrayó.

Sin embargo, confiesa que la idea de emprender su negocio ha requerido de mucho sacrificio pues su rutina diaria comienza a las 6:00 de la mañana cuando se traslada al mercado a comprar la mercancía y en ocasiones concluye a las 10: 00 de la noche cuando logra venderla.

"Lo más difícil que me he encontrado son los viajes que tengo que dar trasladando todos los equipos al punto de venta". Pero es un reto que ha decido adoptar para abandonar su antiguo trabajo, al cual relata llegó engañada por una amiga.

"Ella me ofreció trabajo en una cafetería localizada en Navarrete, al norte del país, pero cuando llegué me dijeron que estaba vendida y no me dejaban salir".

A este lugar llegó a la edad de 15 años y no fue hasta los 18 cuando pudo escapar ayudada por un hombre que trabajaba en el lugar, quien posteriormente se convirtió en el padre de su único hijo.

Años después, su baja preparación educativa, la llevó de regreso al ambiente que le permitía ganarse su sustento, la prostitución. Hoy a sus 38 años dice que aspira a cambiar aquella vida que desde el nacimiento de su hijo oculta para que no se avergüence de ella.

"Mi hijo tiene 20 años, él se convirtió a los 13, luego de eso quise hacer las cosas muy discretas para que él no se dé cuenta, dejé de beber en colmadones, pensaba en abandonar el trabajo pero cuando uno comienza a ganarse el dinero fácil se hace difícil comenzar a trabajar".

Ahora aspira a terminar de pagar el préstamo para luego solicitar 50 mil pesos con los que pretende reparar su casa, ubicada en Haina, San Cristóbal y en ella poner un comedor.

"Quiero dormir tranquila sabiendo que el dinero que tengo lo gané con esfuerzo, no quiero quedarme con una fritura, quiero poner un comedor y comenzarlo en mi casa, pero estoy tratando de echarle un platico porque es de zinc y tiene muchas goteras".

Pero la historia de Belkis no es un caso aislado, los montos de los préstamos que genera la pobreza son aún más extremos, Yoqueli Rodríguez, por ejemplo, es un joven de 32 años, que tomó un empréstito de 2, 500 pesos en Banca Solidaria para suplir la paletera que le da el sustento a su esposa e hija.

Las limitaciones físicas producto de "una fiebre" que a travesó cuando tenía ocho años, no han sido un obstáculo para que cada día este joven comience su labor a las 5: 00 de la mañana, hora en que se prepara para salir de su humilde vivienda ubicada en Barrio Nuevo, Sabana Pérdida.

Un tercer caso, es el de María Rodríguez, ella tomó un préstamo 60 mil pesos en enero de este año, del cual invirtió cinco mil en telas y accesorios para hacer lazos que vende desde 50 a 375 pesos, el resto lo invirtió en la creación de una sala de tarea y una guardería donde ya tiene 10 diez niños.

"Necesitaba un empujón para poder tener mercancías en existencia, porque antes tenía que esperar que alguien me pidiera y luego comprar una yarda de cinta o dos yardas de cinta y hacer el trabajo, porque no había capital para eso", relata.

Entre sus tres negocios, dice que gana mensualmente entre 10 y 15 mil pesos mensuales con los cuales ayuda a su esposo en los gastos del hogar y de sus tres niños.



Una estrategia de sobrevivencia 

Conforme a los economistas Miguel Ceara Hatton y Pavel Isa Contreras, este programa no puede ser visto como una salida a la pobreza en el país, pues los montos de los préstamos responden básicamente a una estrategia de sobrevivencia.

"Es un programa que tiene poco impacto en la economía nacional, pero puede tener un impacto significativo en la economía individual, sin embargo, dependerá mucho de la iniciativa de las personas porque el crédito es importante pero no lo es todo", expresó Ceara Hatton.

"No es una estrategia de desarrollo, no es apoyo del aparato productivo y refleja indudablemente el nivel de pobreza que existe en nuestro país", enfatizó Hatton.

De su lado, Pavel Isa Contreras recomendó diseñar paquetes integrados de estímulos donde el crédito sea un componente. A su juicio, otros componentes con los que debería contar el programa debería ser la capacitación en gestión y en producción de los bienes y servicios que producen y acceso a tecnologías.

En la actualidad, República Dominicana cuenta con una de las economías con más rápido crecimiento de Latinoamérica en la última década, sin embargo, de acuerdo al Banco Mundial el 40 por ciento de la población dominicana presenta niveles altos de pobreza, y nos damos cuenta de ello, vemos que la población debe acudir a préstamos bajos para poder subsistir. En tal sentido, confiamos en que Banca Solidaria, forme parte de una amplia estrategia del Gobierno para ayudar a combatir la tan lamentable inequidad que existe en el país.