Ciudad Colonial: "Es una zona que se va a caer comercialmente"

SANTO DOMINGO.- La renovación de las calles y el entorno de la Zona Colonial de Santo Domingo inquieta a los vecinos del lugar, quienes entienden la necesidad de los trabajos que actualmente se realizan, sin embargo dicen no compartir la manera en que éstos se han desarrollado y las decisiones que se han tomado sin pensar -según afirman- en la realidad dominicana.

"Lo primero es que cuando se concibió esto no se concibieron parqueos suficientes para los residentes", se queja Manolo Vidal, quien lleva varias décadas residiendo en lo que fue la primera ciudad fundada por los invasores europeos en América.

Pero uno de los principales cuestionamientos que se hacen los residentes de la Zona Colonial, es acerca de los pilotillos que fueron colocados para dividir la calle de la acera y evitar que vehículos se parquearan en las estrechas vías. Un objetivo que está lejos de alcanzarse.

Muchos de los pequeños pivotes hechos de coralina han sido destrozados por los automóviles y reemplazados por otros de hierro, también desprendidos por la poca profundidad a la que son incrustados.

"Esta es una zona que se va a caer comercialmente", predice un vecino de la calle Arzobispo Meriño quien prefirió no ser identificado y cree que ante la dificultad para estacionar vehículos los visitantes se alejarían de la zona.

"Voy al supermercado y tengo que ir cargando funda por funda desde el parqueo, porque no me puedo parar a desmontar ahí (en frente de su casa)", manifiesta el vecino, quien asegura que de hacerlo se formaría un verdadero caos por la estrechez de la calle que impide transiten dos vehículos de forma paralela.

"Si se me daña una estufa o una nevera, no sé qué voy a hacer", expresa con incertidumbre, ante la distancia que debe caminar desde su vivienda hasta el parqueo municipal.

Durante un recorrido por varias de las calles el equipo de Diario Libre pudo constatar el estado en que se encuentran muchos de los pivotes y como varios conductores deciden estacionar los vehículos en la acera, impidiendo el tránsito de los peatones en una zona frecuentada por turistas y que es vendida como un atractivo local a nivel internacional.

Vidal, quien ha retratado algunos de estos problemas y creó un perfil en la red social Facebook donde da muestras de sus preocupaciones mediante imágenes, indica que el principal problema de los pivotes es el tamaño, que se hace "invisible" para quien maneja un vehículo de reversa.

Además, "las tapas de registros no fueron diseñadas para el nivel y el peso de los vehículos que transitan en la zona", se lamenta Vidal. Muestra varias de estas tapas que han sido hechas trizas y las grietas que ya presenta la calle Isabel La Católica, recién hecha en ladrillos.

Los trabajos de remozamiento de la parte antigua de la ciudad de Santo Domingo de Guzman, con un financiamiento de 30 millones de dólares por parte del Banco Interamericano de Desarrollo y gestionados por el Ministerio de Turismo en la persona de la arquitecta Maribel Villalona, han resultado un dolor de cabeza para sus residentes y los comerciantes que han visto caer sus negocios ante la tardanza de un proyecto que se inició a mediados del 2013 y que aún no se divisa su conclusión.

En principio se había comunicado que los trabajos se realizarían en un periodo de 190 días.

Carlos Reyes