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La sentencia 168 del Tribunal Constitucional cumple un año

El histórico fallo sigue generando manifestaciones encontradas

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La sentencia 168 del Tribunal Constitucional cumple un año
Los jueces del Tribunal Constitucional.

SANTO DOMINGO. El criterio de que los extranjeros en tránsito no tienen derecho al otorgamiento de la nacionalidad dominicana, marcó una historia de jurisprudencia vinculante que mantiene al rojo vivo una imparable discusión político-migratoria en el país.

La decisión contenida en la sentencia TC/0168/13, del Tribunal Constitucional, relativa al caso de la descenciente de haitianos Juliana Deguis Pierre, cumple hoy un año con un debate interno y externo cada vez más acalorado.

Desde entonces, la alta corte ha replicado su fallo en más de doce sentencias que involucran a decenas de descendientes de haitianos indocumentados que buscan que la Junta Central Electoral (JCE) disponga la entrega de la cédula de identidad y electoral y acta de nacimiento.

La decisión “parió” una comisión mixta bilateral entre Haití y RD, auditoría al Registro Civil, la Ley 169-14 de Régimen Especial y Naturalización, y el decreto 250-14 que reglamenta su aplicación. Este último instrumento se constituyó en una especie de nudo gordiano para sectores que cuestionan la “flexibilidad” de los requisitos establecidos para que indocumentados puedan probar su nacimiento o su prolongada estadía en suelo dominicano.

El controversial fallo trajo al país en junio pasado al vicepresidente de los Estados Unidos, Joe Biden, quien felicitó al presidente Medina por la prontitud con la que se aprobó en el Congreso la Ley de Naturalización. También en julio estuvo el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, quien saludó los esfuerzos para encontrar un consenso sobre la ley especial que regula el estatus de las personas de origen extranjero nacidas en RD.

A comienzos del 2014, el presidente Medina “tronó” frente a los ataques de grupos a nivel internacional, al pronunciar un emotivo y enérgico discurso ante los jefes de Estado y de gobierno que participaron en la II Cumbre de la CELAC, donde afirmó que no acepta “que nadie, ni chiquito ni grande, atente contra la soberanía de la República Dominicana”.