El cierre del ingenio afectó a Consuelo

CONSUELO, SAN PEDRO DE MACORÍS. El cierre y posterior demolición del Ingenio Consuelo puso de rodillas la economía de este municipio de San Pedro de Macorís, que ahora es “estrangulado” por las bancas de loterías, colmadones, billares y los centros de prostitución.

El ingenio, construido por Guillermo Bass, en 1881 y que tuvo su primera molienda en 1882, fue desde su fundación, hasta su cierre hace nueve años, el motor de la industria que movía la economía de este pujante y progresista municipio.

Su desmantelamiento, para llevarse los hierros a la China, para un puente, es la señal clara de cómo la fortuna y la riqueza que para muchos significó el emporio, hoy se esfuma pedazo a pedazo, escombro por escombro y se vende como si fuera chatarra.

Los habitantes de aquí no salen del desconcierto, al ver lo rápido que se llevaron la industria que movió por más de 134 años la economía en la zona. La sirena desapareció, el humo negro dejando esporas de cachipas hace más de ocho años no se ve, los vagones y las máquinas movilizando cañas, son sólo recuerdos de los tiempos desaparecidos. Y el olor a guarapo de caña ya forma parte de las añoranzas vividas por los habitantes de este municipio.

Máximo Mercedes, presidente de la Fundación Pringamosa, significó que la estructura representó la bonanza y el desarrollo, para una comunidad que tiene en la actualidad una tasa de desempleo por encima del 47%, según estudios de la entidad que dirige.

En la mente de los habitantes de este municipio solo queda el consuelo de haber disfrutado de sus años de esplendor y muchos haberse montado en las máquinas, carretas, patanas, exprimir guarapos al doblar el palo dulce, escuchar las sirenas que cada mañana despertaban al pueblo y en la tarde, despedía una jornada de trabajo.

Actualmente el principal ingreso económico en Consuelo lo constituyen el comercio y las instituciones gubernamentales. Sin embargo, una gran parte de la población se sostiene de la economía informal.

Manuel Antonio Vega