Seis casos de homicidios que esperan solución en Santiago

SANTIAGO. Los responsables de los casos más sonados de homicidios y atracos ocurridos aquí durante los últimos años todavía no han podido ser apresados ni procesados por las autoridades judiciales.

Entre esos procesos figura el homicidio del reportero gráfico Newton González, ocurrido el primero de julio pasado, hecho por el que la Policía ha interrogado a más de 20 personas y no tiene detenidos.

El camarógrafo González recibió varios balazos por parte de dos hombres que viajaban en una motocicleta, a pocos metros de la sede del Comando Regional Cibao Central de la Policía.

En Villa González, el cuerpo de Odelka Liranzo, de 23 años de edad, fue encontrado decapitado. Por este hecho, los familiares y amigos han realizado varios paros y marchas, sin encontrar respuesta de las autoridades investigativas.

También figura entre los casos sin resolver, el asesinato del abogado Amancio Herrera Turbí, de 51 años, ocurrido a plena luz del día en el Centro Histórico de Santiago, donde los organismos de seguridad del Estado dicen que mantienen vigilancia las 24 horas. Con relación a ese hecho, la uniformada apresó una persona, a quien no le encontró pruebas que la vincularan al homicidio.

Tampoco han sido esclarecidos los asesinatos de José Fabián Cabrera, de 22 años, y la de Yokasri Inés Tatis Guzmán, de 32 años, presuntamente ultimados por miembros de la uniformada en víspera de una protesta el día 9 de junio en Villa González. Los residentes en el municipio se quejan de que el caso ni siquiera se ha investigado, ya testigos señalaron a un miembro de la uniformada, pero sólo lo trasladaron del destacamento de Villa González cuando se formuló la denuncia.

Otro homicidio por el que la sociedad de Santiago espera respuesta es el del dirigente choferil Ismael Sandoval, en junio del año 2011, cuya muerte, en su momento, se atribuyó a los incrementos de franjas y la ampliación de rutas, que provocaron enfrentamientos entre dirigentes de ese sector.

A esta lista se agrega, además, los casos de las autoridades judiciales, quienes también han sido víctimas de la delincuencia. El 20 de abril, dos individuos encapuchados penetraron a la residencia del magistrado Domingo Gil, juez de la Corte de Trabajo, donde junto a otros miembros de su familia, a punta de pistola, los despojaron de dinero en efectivo y algunos objetos de valor. La Fiscalía de Santiago tiene el proceso abierto, pero no hay detenidos.

Además, otras agresiones a fiscales locales que han sido víctimas de la delincuencia, han quedado en el limbo; tal es el caso de la titular del departamento de Litigación Inicial, Melania Bautista, quien se llevó tremendo susto cuando desconocidos la emprendieron a pedradas contra el vehículo en que se desplazaba por la avenida Estrella Sadhalá de aquí, también esperan respuestas.

Edward Fernández