Varias casas fueron afectadas por lluvias en Santiago
Otras tantas están al borde del desplome
Narciso Pérez
SANTIAGO. Varias viviendas ubicadas en zonas de alto riesgo fueron afectadas por las fuertes lluvias que se registraron aquí la noche del pasado domingo, mientras que otras tantas están al borde del desplome.
Hubo daños materiales, pero las autoridades de la Defensa Civil de aquí no reportaron víctimas, ya que las familias han sido adiestradas sobre cómo comportarse cuando se registran fenómenos naturales.
Francisco Arias, subdirector nacional y provincial de la Defensa Civil, confirmó que varias casas de los sectores El Fracatán, Arroyo Hondo Abajo y Los Ciruelitos resultaron con más del 80 % de sus estructuradas dañadas a causa de deslizamientos y caídas de árboles.
Aurelinda Victoriano, con más de ocho años en el Fracatán, próximo al sector Los Guandules, de la Villa Olímpica, se quejó de que los políticos solo acuden a esos lugares en tiempos de elecciones.
"Después se olvidan de que nosotros existimos y tenemos problemas", expresó Victoriano.
"Gracias a Dios y a la precaución de las familias, no hubo víctimas humanas en estas inundaciones que son frecuentes en las zonas vulnerables o cañadas cuando se producen fuertes lluvias", precisó Francisco Arias.
Indicó que más de 20 mil familias residen en unas 15 cañadas o zonas vulnerables que han sido evaluadas por los organismos de socorro, la Alcaldía y la Gobernación Provincial.
Arias expresó que el problema de las zonas vulnerables es que en un 90 % son habitadas por personas que alquilan los inmuebles.
"Los verdaderos dueños de esas viviendas no residen en esas cañadas y tienen esas casuchas o viviendas como un jugoso negocio", puntualizó Arias.
Reconoció que ha faltado una política de planificación en cuanto al crecimiento desordenado de la ciudad, principalmente en los llamados cinturones de miseria, donde se alojan personas de todas las regiones de la República Dominicana.
Dijo que en esas cañadas hay, además de muchos haitianos, dominicanos de Elías Piña, Dajabón, Independencia, Barahona y del Este.
En esta ciudad, las familias que ocupan terrenos municipales o del Gobierno Central, no pagan servicios vitales, como el de agua potable, electricidad y comunicaciones.
Hubo daños materiales, pero las autoridades de la Defensa Civil de aquí no reportaron víctimas, ya que las familias han sido adiestradas sobre cómo comportarse cuando se registran fenómenos naturales.
Francisco Arias, subdirector nacional y provincial de la Defensa Civil, confirmó que varias casas de los sectores El Fracatán, Arroyo Hondo Abajo y Los Ciruelitos resultaron con más del 80 % de sus estructuradas dañadas a causa de deslizamientos y caídas de árboles.
Aurelinda Victoriano, con más de ocho años en el Fracatán, próximo al sector Los Guandules, de la Villa Olímpica, se quejó de que los políticos solo acuden a esos lugares en tiempos de elecciones.
"Después se olvidan de que nosotros existimos y tenemos problemas", expresó Victoriano.
"Gracias a Dios y a la precaución de las familias, no hubo víctimas humanas en estas inundaciones que son frecuentes en las zonas vulnerables o cañadas cuando se producen fuertes lluvias", precisó Francisco Arias.
Indicó que más de 20 mil familias residen en unas 15 cañadas o zonas vulnerables que han sido evaluadas por los organismos de socorro, la Alcaldía y la Gobernación Provincial.
Arias expresó que el problema de las zonas vulnerables es que en un 90 % son habitadas por personas que alquilan los inmuebles.
"Los verdaderos dueños de esas viviendas no residen en esas cañadas y tienen esas casuchas o viviendas como un jugoso negocio", puntualizó Arias.
Reconoció que ha faltado una política de planificación en cuanto al crecimiento desordenado de la ciudad, principalmente en los llamados cinturones de miseria, donde se alojan personas de todas las regiones de la República Dominicana.
Dijo que en esas cañadas hay, además de muchos haitianos, dominicanos de Elías Piña, Dajabón, Independencia, Barahona y del Este.
En esta ciudad, las familias que ocupan terrenos municipales o del Gobierno Central, no pagan servicios vitales, como el de agua potable, electricidad y comunicaciones.
Narciso Pérez
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