Jugada del Partido Humanista Dominicano obligó a Hipólito Mejía a adelantarse

SANTO DOMINGO. Las aspiraciones del expresidente Hipólito Mejía eran un secreto a voces, pues el veterano político siempre se ha confesado un seguidor de la forma de hacer política del caudillo reformista Joaquín Balaguer, quien aspiró hasta en los últimos años de vida.

La movida estratégica de Luis Abinader, de aceptar la nominación presidencial por el Partido Humanista Dominicano (PHD), obligó al exmandatario y sus seguidores a adelantar su salida oficial, que tenía prevista hacer en una alocución en enero.

Mejía se propone desplegar su tren de trabajo habitual de contacto personal paraje por paraje, pero deberá apurar el paso, pues en muchos municipios Abinader se ha granjeado el apoyo de quienes antes seguían al líder opositor.

Hugo Tolentino Dipp, quien formó parte de la comisión que buscaba un acuerdo entre ambos líderes, confesó que tiene “cierto temor a las primarias, porque no es lo mismo un partido nuevo en el que la improvisación obliga a la creación de un organismo como una convención porque estructurarlo es muy difícil y eso puede llevar a rozamientos peligrosos, delicados”. Recomendó a Mejía y Abinader hacer un análisis sobre las necesidades y exigencias de la sociedad dominicana, y a partir de ahí considerar cuál de los dos es el que está apto para ser el candidato.

“Lo lógico y lo sano sería que tanto Hipólito Mejía como Luis Abinader hagan una reflexión acerca de cuáles son las conveniencias para el pueblo dominicano”, indicó Tolentino Dipp.

De su lado, el jefe de campaña de Abinader, Tony Peña Guaba, aseguró que no le temen al trabajo político que haga Mejía, ya que los que siguen a Abinader son de la misma escuela.

“El Presidente Mejía siempre ha tenido su carisma, pero tiene que entender que no es su momento, a todo el mundo le llega su momento, así como él tuvo el suyo en el 2012, este es el de Luis”, dijo.

Abel Guzmán Then