El Mercado Nuevo opera con más limitaciones

SANTO DOMINGO. El área de carnes del Mercado Nuevo es uno de los lugares que opera de manera casi normal tras el fuego del pasado domingo. Entre charcos de sangre de animales, los vendedores de cárnicos se hacen espacios, y se prestan entre ellos las tablas, cuchillos y otros utensilios para terminar el corte de las carnes.

En el apretado espacio todo marcha casi normal. Desechos de huesos, sangre y entrañas en los contenes y las alcantarillas; pero los vendedores de carnes lograron continuar la venta de carnes de res, cerdos y pollos.

De los cárnicos, sólo unos cuantos locales fueron los afectados, y el hecho de que las carnes se encontraran dentro de freezers, permitió que las pérdidas no fueran de gran magnitud. Pero, debido a que todavía la parte central del mercado se mantiene cerrada, la superpoblada área de carnes está más ajustada que antes, por lo que caminar por los pasillos es un ejercicio de coordinación. Sincronizar los golpes de cuchillas y los pasos en puntillas para no resbalar con el enlodado y ensangrentado piso.

Algunos de los comerciantes, sobre todo los que vendían en las mesas del área central del mercado, trataron de continuar ayer las operaciones en las aceras de la avenida Duarte.

Juan Castillo, vendedor en la mesa 91-92, ofertaba ayer hortalizas. Su preocupación principal no eran los productos perdidos, sino las cuentas. “Tenía facturas por cobrar, balanza para pesar, los utensilios del mercado y todo eso lo perdí. Además quién paga si no hay factura. Nadie”, se lamentó Castillo, mientras se acostumbraba a la idea de continuar las ventas desde un contén del estacionamiento.

Otros comerciantes esperaban que en algún momento de la jornada de ayer se iniciara la limpieza del mercado, programada para el mediodía. “Estamos aquí esperando que comiencen a limpiar, y que nos dejen entrar”, dijo Frank Alcántara, un vendedor de vegetales, que insiste en que manos criminales fueron las causantes del incendio en el mercado.

En el tramo entre la avenida Duarte y la avenida Paseo de los Reyes Católicos la actividad comercial no se ha afectado. Decenas de camiones con papas, plátanos y otros víveres siguen el intercambio en plena vía pública, con la consecuente cantidad de desperdicios, entaponamiento y multitud de personas que conviven en esta actividad.

Omar Santana