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Republicanos reivindican su mayoría invitando a Netanyahu a espaldas de Obama

Netanyahu y los legisladores republicanos están de acuerdo en incrementar las sanciones contra Irán

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Republicanos reivindican su mayoría invitando a Netanyahu a espaldas de Obama
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu. EFE
WASHINGTON.- En pleno resurgimiento de Barack Obama y apenas unas horas después de su discurso del Estado de la Unión, la oposición republicana hizo su propia declaración de intenciones con la invitación al Congreso, a espaldas del presidente estadounidense, del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

La visita de "Bibi", como se conoce popularmente a Netanyahu, a Washington se materializará de la mano del presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner.

Boehner, sin consultar al inquilino de la Casa Blanca y saltándose el protocolo, propuso al líder israelí intervenir en una sesión plenaria en el Capitolio el próximo 3 de marzo.

Los índices de popularidad del mandatario estadounidense han mejorado considerablemente desde noviembre, cuando ante las elecciones legislativas los legisladores demócratas que se jugaban sus escaños no querían siquiera hacerse una foto a su lado.

Los republicanos ganaron con contundencia la mayoría en ambas cámaras, recuperando el control completo del Congreso y, con él, un argumento contra las políticas del presidente.

Sin embargo, como si le quitaran un fuerte peso de encima, Obama levantó de nuevo el vuelo con el uso de su autoridad ejecutiva, tomando medidas en materia migratoria, haciendo el histórico anuncio de un nuevo aperturismo hacia Cuba y registrando los mejores datos de crecimiento económico del país desde hace más de una década.

Con esas armas acudió esta semana al discurso del Estado de la Unión, donde desafió a los conservadores con un mensaje optimista y ambicioso, además de despreocupado, como si no le importara que el Legislativo estuviera completamente en manos de sus rivales.

De hecho, Obama advirtió al Congreso de que vetará cualquier propuesta legislativa que apoye nuevas sanciones para Irán, pues esa medida podría dar al traste con las actuales negociaciones internacionales sobre el polémico programa nuclear de Teherán

Ante esta nueva demostración de poder, Boehner respondió unas horas después dirigiéndose a uno de los puntos clave más delicados de la política interna y externa de Estados Unidos: Israel.

"Este es otro ejemplo de un Congreso republicano que está en completo desacuerdo con el presidente y con una creciente confianza en su posición", declaró a Efe Christopher Larimer, profesor de Ciencia Política de la Universidad Nothern Iowa.

"En cuanto a la opinión pública estadounidense, me pregunto si el votante medio está prestando atención a la cuestión de las sanciones contra Irán, pero el hecho de que esta invitación fuese enviada sin notificación a la Casa Blanca, algo que al parecer no tiene precedentes, sólo añadirá frustración con el Gobierno federal", explicó Larimer.

"A pesar de toda la retórica, parece que hay poca evidencia de que las dos partes deseen trabajar juntas", aseveró el experto.

El Gobierno de Netanyahu y el grueso de los legisladores republicanos están de acuerdo en incrementar las sanciones contra Teherán aprovechando esta nueva mayoría en el Congreso, después de que las negociaciones entre el Grupo 5+1 (EE.UU., Reino Unido, Francia, China y Rusia más Alemania) e Irán no hayan logrado todavía ningún acuerdo sobre el programa nuclear del país islámico.

El éxito de las conversaciones con el Gobierno iraní es uno de los objetivos estratégicos más importantes de Obama, tras una histórica y larga relación de enemistad entre las dos naciones.

La también profesora de Ciencias Políticas, Donna Hoffman, observa que la última vez que Netanyahu se dirigió a una sesión conjunta del Congreso (24 de mayo de 2011), los medios de Estados Unidos compararon su recepción con la que el propio Obama había tenido en el discurso del Estado de la Unión de ese mismo año.

"Una de las formas (de medir esa reacción) fue contar el número de ovaciones en pie que recibieron en sus respectivos discursos. Netanyahu logró más", añade la experta sobre el viaje del líder israelí.

El primer ministro no se reunirá con el propio Obama, ya que, según aclaró la Casa Blanca, el mandatario norteamericano no quiere influir en los resultados electorales que se celebrarán en Israel apenas dos semanas después.

El discurso de Netanyahu ante el Congreso, previsto inicialmente para el 11 de febrero, tendrá lugar el 3 de marzo para que el mandatario pueda asistir además a la conferencia anual de AIPAC, el principal grupo de presión proisraelí en Estados Unidos.

De este modo, el viaje supondrá una oportunidad perfecta para sacar músculo político tanto para los conservadores como para "Bibi", quien a unos días de buscar su reelección podrá dirigirse a uno de los Parlamentos más poderosos e influyentes del mundo.