Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
Actualidad

Comprar en el mercado de la Duarte es un riesgo para la salud

Tras la visita al mercado se comprobó que los productos agrícolas, carnes y otros comestibles se ofertan sobre el suelo, lo que evidencia que no hay un plan de ordenamiento de la plaza.

Las frutas, verduras, vegetales, víveres y otros alimentos que muchos compran en el mercado nuevo de la Duarte, más que alimentarlos, podrían convertirse en un caldo de cultivo de enfermedades diarreicas, debido a la inadecuada manipulación y exposición de los productos.

La mayoría de éstos se venden sobre finos sacos o en cartones en el suelo, rodeados de olores fétidos, próximo a desagües tapados y a cúmulos de basura.

Además de esas irregularidades, mucho de esos productos los venden sucios, magullados y pasados de maduros, porque los mercaderes se ven en la obligación de llevárselos a sus casas, y no les dan la debida protección.

Alrededor de 800 vendedores de ajíes, tomates, verduras, frutas y otros ocupan los espacios de las vías públicas, áreas verdes y peatonales del mercado, lo que evidencia que la plaza está desbordada en su capacidad física, y que en los últimos días empeoró con el incendio que destruyó parte de sus instalaciones.

Para esos vendedores no hay exigencias, simplemente el pago diario de RD$20 por derecho al espacio para comercializar sus productos dentro de las más precarias condiciones.

Las personas que tienen puestos organizados y contratos pagan un arbitrio municipal que oscila entre los RD$13.50 hasta los RD$50, según el área. Ese es el costo diario, pero se les permite acumularlos, y pagar el total al final de cada mes. En promedio, la alcaldía del Distrito Nacional tiene un ingreso anual de RD$20 millones por todos los mercados.

Así se puede observar a la marchanta descalza que se para entre las pilas de ajíes y tomates, para pasarle parte de los productos a una clienta.

Esto no sólo ocurre a la intemperie, sino que hay escenas dentro del mercado como la del muchacho que ata los paquetes de verduras en una superficie de madera a la que pone encima los tenis sucios que cubren sus pies, próximo al área que se incendió, donde la pasada semana aún olía a quemado.

El doctor Carlos Féliz, médico salubrista y epidemiólogo, dice que todas las legumbres o alimentos que se venden, sin aplicar los controles sanitarios correspondientes, generan varias enfermedades e infecciones.

En el caso de las verduras que colocan en el suelo pueden provocar enfermedades diarreicas con la contaminación de las bacterias Echerichia colina y el cólera, ya que, al no manejarse bien la disponibilidad del agua, y las personas que manipulan las ventas no tener la costumbre de lavarse las manos, fácilmente contaminan lo que ofertan, y lo más probable es que se produzcan dolencias hídricas.

En los departamentos de epidemiología de los hospitales Francisco Moscoso Puello, el demolido Luis Eduardo Aybar y los infantiles Robert Reid Cabral y Santo Socorro, se puede observar decenas de casos relacionados con problemas gastrointestinales en pacientes que residen en los barrios que bordean el mercado, como son Capotillo, La Zurza, Villas Agrícolas, y de otros, como Cristo Rey y Villa Mella, y que se podría relacionar con la falta de higiene de los productos que compran en el mercado.

Le preocupa

La desorganización, insalubridad y las ventas a granel inquietan al director general de Medio Ambiente del Ministerio de Salud Pública, Luis Emilio Féliz Roa, quien observa que las bacterias están dispersas en todos los lugares que no son adecuadamente tratados.

“Las bacterias son encargadas de transmitir enfermedades, y en estos mercados se comercializan productos crudos, sobre todo las verduras, porque el plátano o la yuca, aunque estén contaminados, cuando las personas los lavan, pelan y el hecho de hervirlos les elimina los microorganismo y no hay riesgo”, dijo Feliz Roa.

En los casos de las ensaladas verdes, los tomates y otras provisiones que se consumen crudas, pueden estar contaminados y producir enfermedades estomacales, derivadas de alimentos y aguas contaminadas.

José José es uno de los vendedores de verduras y vegetales en el suelo. Reconoce que no está bien comercializar de esa forma, pero aduce al cliché de “padres de familia”, que necesitan un lugar para trabajar, y no tienen otra opción.

Próximo al puente está Rubén, vendedor de frutas, quien dice que el mercado no dispone de lugar, ni él dispone de recursos económicos para pagar una cuota mensual de RD$405 o de RD$1,500 al Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN) por un permiso para vender.

“Lo que hago es revender algunos víveres y frutas, y me coloco aquí, y cuando no hay gente me voy a otro sitio”, dijo.

El declive

La falta de vigilancia policial, municipal y ambiental facilita las ventas improvisadas, a decir de Luis Taveras, presidente de la Federación de Comerciantes del Mercado Nuevo de la Duarte. En la plaza sólo hay dos capitanes, tres policías municipales, y tienen un horario de 8:30 de la mañana hasta las 2:00 de la tarde.

El administrador del mercado es el coronel Ramón Martínez Rosario, quien, según Taveras, hace lo que puede dentro del desorden.

Asegura que tampoco hay supervisores del Ministerio de Salud Pública, y que hace cuatro años, la federación le solicitó la intervención en algunas áreas, pero que hasta la fecha no han tenido respuestas, aunque Féliz Roa dice lo contrario.

Taveras tiene más de 20 años en el mercado, y afirma que como federación han tenido que asumir responsabilidad, no sólo de organización, sino hasta de limpieza.

Asegura que las brigadas de limpieza, la seguridad y las reparaciones de los locales las pagan los comerciantes.

Culpa a las distintas autoridades municipales de ser permisivos en el levantamiento de puestos y casillas en espacios que originalmente eran para el desenvolvimiento, tanto peatonal como vehicular de los visitantes.

Ante esa situación, el director de salud ambiental del Ministerio explicó que iniciaron un proceso con el ADN para mejorar las condiciones sanitarias de exposición de los productos y una serie de variables destinadas a garantizar la calidad de las cosas que las personas compran.

Miguel Germosén, director de Servicios Públicos del ADN, dijo que ellos también tienen un plan de remodelación de las áreas de las carnes y la nave central del mercado, el cual esperan tener listo en un mediano plazo.

Dijo que harán las ampliaciones que requiere la desbordada plaza.

¿Cuántos son?

El mercado de la Duarte se estableció en 1973 con 830 locales comerciales. Ahora supera los 1,200 puestos diseminados dentro y fuera del área física, incluyendo las áreas sanitarias que fueron clausuradas para utilizarlas como locales de expendio.

En el 2001 se realizó un estudio que arrojó que alrededor de 22 mil personas viven de las actividades del mercado. Actualmente, 14 años después, el número es mayor.

 Leer también: Del mercado... ¿a la mesa? 

Leer más