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Cuando el cuerpo pide una prótesis

DL explora las dificultades de las personas con miembros amputados en el país

SANTO DOMINGO. Julio Candelario conserva un viejo ejemplar de la desaparecida revista Sucesos. La edición es del 23 de junio de 1997. Él aparece en la portada sentado en una cama, con el cuerpo lleno de llagas, vendajes desde el cuello hasta la cadera y sin los antebrazos. La publicación narra su padecimiento tras electrocutarse con un cable de alta tensión.

A sus 51 años, vive en Los Alcarrizos, próximo a una cañada, en una casa a medio construir, de piso de tierra y cemento. Tras fracasar a nivel familiar y en un pequeño negocio de venta de lubricantes, recibe una limitada ayuda del Estado. La vieja prótesis que logró conseguir con apoyo del Plan Social de la Presidencia, a un costo de RD$65 mil, ya no sirve. Se vale de los dos fragmentos de brazos que tiene para hacer labores domésticas y físicas, e inclusive escribir.

En otro sector, en Capotillo, Daniel Heredia, de 36 años, recuerda que fue con la Defensa Civil a Haití a asistir a los afectados por el sismo de enero de 2010. El padre de siete hijos, se sentía satisfecho de su labor humanitaria. Dos meses después, andando una noche por el barrio, varios delincuentes le dispararon en su pierna izquierda. Hoy camina con una muleta y se vale de la ayuda económica de una pensión como policía y de un hermano.

En las afueras de la capital, en Boca Chica, está una víctima del sismo en el que Heredia ayudó. La inmigrante haitiana, de 22 años, dice a DL que quedó atrapada durante 13 días en los escombros de la escuela donde estudiaba. La rescataron y dieron asistencia médica. Cuando despertó se dio cuenta de que no tenía sus piernas completas. Se deprimió, y más porque su madre falleció.

Una ONG le donó un par de prótesis. Con ayuda de su hermana, consiguió RD$13 mil para cruzar la frontera de manera ilegal. Hoy vive con una amiga en una pequeña pieza, rodeada de vecinos dominicanos. Camina con dificultad, apoyada en los miembros falsos, ya viejos y remendados.

La joven haitiana mientras se coloca las viejas prótesis.

Los tres amputados aseguran que con unas buenas prótesis pudieran trabajar, una idea que coincide en muchas personas con algún tipo de discapacidad que buscan oportunidades en un mercado cerrado. Esperan que así sea al estar en una lista de beneficiarios de la Fundación Dominicana de Ortopedia Técnica y Rehabilitación (Fundotecyr), presidida por Felipe Félix, un dominicano de 46 años, que tras 11 años trabajando en la Asociación Dominicana de Rehabilitación, emigró a Estados Unidos, y elabora prótesis para donarlas.

Felipe Félix en el taller en Nueva York.

El inventario en que trabaja actualmente suma 42 -ocho de miembros superiores y 34 de inferiores-, con un valor estimado de US$150 mil. Programó entregarlas a fin de mes pero por la falta de recursos para completar los materiales, la fecha ahora es indefinida. Algunos costos los cubre él, como la mano de obra, o consigue donaciones de la empresa en que trabaja. Así también lo hizo para otras 10 que entregó en agosto de 2014 por US$42 mil.

"Estuvimos con el presidente Danilo Medina en noviembre (de 2014), en su despacho, y nos prometió que nos va a colaborar con esos casos, pero no hemos recibido respuesta todavía", se queja.

En el siguiente video verás cómo viven los pacientes amputados. 


Prótesis: entre costos y necesidad

Para el más reciente censo de población del 2010, había 15,468 personas en el país sin una o dos piernas y 10,674 sin uno o dos brazos. Representan el 0.3 % de la población.

Las prótesis que más demandan aquellos que tienen acceso son las transfemorales, seguidas por las transtibiales y en último lugar las de miembro superior, explica Juan Guillot Caba, presidente de la Sociedad Dominicana de Ortopedia.

Alan Méndez, encargado del laboratorio ortopédico de la Asociación Dominicana de Rehabilitación, indica que una prótesis puede tener una vida útil de hasta cinco años. Si tienen un buen trato, pueden durar más. Dependiendo del nivel de amputación y calidad de los materiales, los costos pueden ir desde RD$10 mil y hasta más de RD$500 mil.

Personal del taller ortopédico de Rehabilitación durante la elaboración de prótesis.

Aquellos pacientes de escasos recursos que no están afiliados a la Seguridad Social, se alejan de la vida productiva al no poder costearlas. Otros buscan ayudas en organizaciones sin fines de lucro e instituciones del gobierno.

El Plan Social de la Presidencia tiene un programa formal para ayudas de este tipo, que entre otros requisitos, exige que el solicitante presente una carta de evaluación médica y una cotización. A través de su Departamento de Asistencia a la Discapacidad, entre 2009-2015 ha beneficiado a 18 personas erogando RD$1,017,558. La prótesis más costosa en ese periodo fue para una hembra, de ambas extremidades inferiores, por RD$107,791.

Prótesis elaborada en Estados Unidos para un joven deportista del Cibao.

Para los afiliados al régimen subsidiado la ley manda que la cobertura sea del 100 %, sin importar la causa. En el régimen contributivo, si la amputación es por politraumatismo, cubre hasta RD$1 millón; por un riesgo laboral 100 %; por un evento que se incluya en el Fondo Nacional de Atención Médica por Accidentes de Tránsito (Fonamat), hasta 40 salarios mínimos; y en base al catálogo de prestaciones del Plan de Servicio de Salud (PDSS) el paciente pagará el 20 %.

Entre 2012-2014 la Administradora de Riesgos Laborales Salud Segura (ARLSS) pagó RD$12.3 millones para 246 servicios de prótesis.

Sin embargo, la Dirección de Información y Defensa de los Afiliados (DIDA) recibe quejas de pacientes cuyas aseguradoras no aprueban la cobertura. Además, no todas las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS) tienen acuerdos con los laboratorios que las fabrican. En el caso de la Asociación Dominicana de Rehabilitación, pionera en el país en elaboración de prótesis, solo 12 de 24 ARS cubren estos aparatos que confeccionan en su taller ortopédico.

Fribio Castellanos, asesor médico interno de la DIDA, entiende que hace falta revisar el catálogo de prestaciones de salud para fijar coberturas más adecuadas. "Si estamos en una cobertura de 80, uno aspira que sea un cien por ciento", dice. Como miembro de la comisión que estudia la ampliación y actualización del catálogo del PDSS del Régimen Contributivo, indica que llegado el momento de revisar el capítulo de las prótesis, se deberá estudiar con especial atención.

"Debería existir un programa o comité de rehabilitación que maneje un fondo para personas de escasos recursos -dice el doctor Guillot-, que haga un seguimiento de estos recursos para estos usuarios, e incentivar tanto al gobierno como a la ciudadanía a dar a las personas con discapacidad una nueva oportunidad dentro de la sociedad".

¿Por qué se debe mejorar?

República Dominicana es de los principales países con más casos de accidentes de tránsito. En estos sucesos, las víctimas pueden perder algún miembro que limite su calidad de vida. En 12 años de registros de la Asociación Dominicana de Rehabilitación, el 31 % de las amputaciones atendidas tuvo su origen en uno de estos eventos.

Entre esas víctimas está Paula Guzmán, madre y estudiante de enfermería de 33 años. El tener una prótesis donada por la Fundotecyr la mantiene activa, inclusive juega baloncesto y participa en maratones.

Paula Guzmán ha ganado varios premios por su participación en maratones.

A las 10 de la noche del Viernes Santo del 1995 fue embestida por un vehículo cuando cruzaba la avenida 27 de Febrero. Su pierna izquierda quedó destrozada y la amputaron. "Dios me dio mucha fuerza y me agarré de él", dice mientras se compunge su hablar.

Sin la extremidad completa, se caía de la cama y sufría momentos de depresión. Caminó con muletas por un tiempo. Al no tener seguro médico, su familia ayudó a costear una prótesis valorada en RD$70 mil. Cuando empezó a deteriorarse, la adaptaba y la empataba, hasta que ya no pudo remendarla más y volvió a las muletas. En agosto del 2014 recibió la prótesis nueva.

"Me considero una persona normal, pero a través de las pocas probabilidades que hay de trabajo para nosotros, entonces yo puedo decir que un trabajo no me lo van a dar, no porque no haga el intento, sino que conozco el área de la discapacidad, y a veces me deprimo cuando veo a mis compañeros que tienen necesidad de un trabajo y no se lo facilitan", dice Paula.

Innovación dominicana en prótesis

Los laboratorios en el país que fabrican prótesis no están todos reconocidos con formalidad. Dentro de los que sí, está Innovación Ortopédica. El trabajo que su personal realiza con los pacientes le ha permitido desarrollar un sistema que fue seleccionado para presentarse en junio en un congreso mundial sobre prótesis y órtesis en Francia.

Carlos Gutiérrez, tecnólogo ortopédico del centro, explica que el logro consiste en la posibilidad de transferir los ajustes de alineación dinámica de una prótesis temporal a la permanente para que cuando el paciente la utilice lo haga con la mayor similitud a su miembro natural. "Todos esos logros biomecánicos que uno alcanzó, de traslación, rotación, inclinación, altura y ejes, hay que duplicarlos a la prótesis definitiva", explica.

El sistema se apoya en una pequeña barra de yeso, con niveles, colocada en un punto específico, que conserva los datos de la prótesis de prueba.