Procuraduría revela detalles del asesinato de la abogada

SANTO DOMINGO.-Antes de recibir un disparo mortal en la cabeza, la abogada Paola Languasco sufrió la rotura de un brazo y del tabique nasal presuntamente por parte del español Ambiórix Nepomuceno Rodríguez, quien tuvo detenido, y luego huyó tras ser despachado.

La revelación la hizo en rueda de prensa el procurador General de la República, Francisco Domínguez Brito, junto al padre de la víctima, el abogado Leopoldo Languasco, su hijo, Liwonsky Languasco, y el abogado que representa a la familia, Cándido Simón Polanco.

Domínguez Brito reveló que, conforme con la autopsia, no hubo relación sexual entre Languasco y Nepomuceno.

“Paola luchó, le rompieron un brazo, y según se pudo establecer mediante la autopsia, vivió momentos muy duros”, informó.

El funcionario manifestó que el sospechoso no solamente tiene historial delictivo en República Dominicana, sino también a nivel internacional.

“Todo esto a raíz de las investigaciones que cada día van apareciendo”. Expuso que ni Nepomuceno ni nadie pudo violarla.

Sin embargo, dijo que en la autopsia hay una descripción muy clara de que ella fue sometida a golpes “con un puño muy fuerte o con un objeto contundente”.

Explicó que hubo un forcejeo, y se produjo un disparo con entrada y salida en la cabeza.

Asimismo, detalló que conforme a un peritaje en la escena del crimen, fue trasladada al baño, y las habitaciones de la casa fueron limpiadas. Asegura que hay constancia de rastros de sangre en el baño, la sala y la habitación.

Posteriormente, su cadáver fue llevado a una alcantarilla con la complicidad de dos imputados que tienen medida de coerción.

Recordó que hay una orden de captura internacional en contra de Nepomuceno, quien deberá ser arrestado lo más rápido posible. “Este señor tiene una familia en España, tiene hijos en España, es conocida su dirección, él sabe que se le está buscando, sabe todo lo que ha sucedido”.

Advirtió que tiene dos opciones, tratar de escapar, o entregarse en España directamente.

Leopoldo Languasco, padre de la víctima, manifestó que su hija estaba siendo forzada por su agresor, que le rompió un brazo, y la castigó con golpes, “y al final no pudo y le dio un tiro”.

Federico Méndez