Defensores de Loma Miranda permanecerán allí hasta que Falcondo retire retrocavadoras

SANTO DOMINGO. El sacerdote Rogelio Cruz advirtió que hasta que la empresa Falconbridge Dominicana (Falcondo) no saque siete maquinas retrocavadoras y palas mecánicas, que supuestamente subieron en zonas estratégicas de Loma Miranda para explotarla, él y los demás defensores de la propuesta de que sea declarada Parque Nacional no se moverán de esa área.

"No nos movemos de aquí hasta que bajen las siete máquinas y quiten la gente del Ejército que nos está impidiendo subir a Miranda", aseguró.

Denunció que miembros del Ejército Nacional les han impedido su entrada a las zonas boscosas y solicitó al Ministerio de Defensa intervenir y que envíen varios helicópteros para que constaten la situación imperante.

Relató que el pasado domingo se registraron unos pequeños fuegos que fueron apagados por la población y que ayer, alegadamente personas provocaron fuegos en varios puntos estratégicos, por instrucciones de la empresa minera, para distraer a la población y subir siete aparatos pesados para abrir trochas frente a su campamento y en otras áreas.

"El problema no fue el fuego. La gente de Falcondo tiene un plan en el proyecto. Ayer, en cuatro lugares estratégicos encendieron a Miranda. La gente de Falcondo, que quede claro, encendieron esos cuatro puntos para entretenernos, a nosotros, la población. Aquí estábamos apagando el fuego, mientras ellos subieron siete aparatos pesados, desde retrocavadoras, palas mecánicas y todo tipo de aparatos, para abrir trochas frente a su campamento y justo en el lugar en que ellos habían hecho el estudio ambiental para extirpar a Miranda", explicó.

Citó los nombres de varios altos oficiales que según dijo obstaculizan su paso y pidió que sean sacados del lugar por el Ministerio de Defensa.

El fuego

Un incendio forestal consumió en la mañana de ayer importantes áreas boscosas de Loma Miranda.

Los defensores ambientales, entre ellos el sacerdote Cruz, habían denunciado que las autoridades de Medio Ambiente y otros organismos estatales se mostraron indiferentes ante el problema, que amenazaba con extenderse si no era controlado.

Diario Libre