La marcha iniciática de la "nueva derecha" brasileña

BRASILIA.- Mezclado entre un grupo de unos 20 jóvenes que caminan junto a una carretera del interior agroindustrial de Brasil, es difícil distinguir a Kim Kataguiri de sus compañeros de marcha, la mayoría envueltos en la bandera nacional.

Pero con un protagonismo creciente en los medios, un libro por estrenar y una presentación en Washington el mes que viene, Kataguiri es una de las estrellas nacientes de la "nueva derecha brasileña", el inesperado saldo político de las multitudinarias marchas contra el gobierno que convocaron casi tres millones de personas sin respaldo de fuerzas políticas tradicionales entre marzo y abril.

Este exestudiante de economía de 19 años es elogiado por el Atlas Institute, un centro de estudios estadounidense que exalta el legado de Ronald Reagan y Margareth Thatcher y difunde el ideario liberal en el mundo. Es, también, la cara visible del Movimiento Brasil Libre (MBL), un grupo que este miércoles llegará al Congreso de la séptima economía del mundo para protocolar un pedido de impeachment (juicio de destitución) contra la presidenta Dilma Rousseff.



Mil kilómetros a pie 

A poco de terminar una procesión a pie que comenzó en Sao Paulo y recorrió más de 1.000 km en 32 días, la presencia de esta comitiva llena de adolescentes que asemeja un viaje de fin de curso es tan inusual como su esfuerzo por defender la escuela austríaca de economía -Ludwig von Mises, Friedrich von Hayek-, pedir un Estado mínimo y exaltar textos como "La Moralidad del Capitalismo", que incluye escritos del premio Nobel peruano Mario Vargas Llosa, en un país cuya escena política es patrimonio de la izquierda y la centro-izquierda desde que cayó la dictadura en 1985.

"La idea de la marcha es inspirar a la gente a estar en Brasilia el 27 de mayo porque es el cerco final, es cuando vamos a dar nuestro recado final al Congreso, al Palacio de Planalto, porque es el único lugar donde hoy los gobernantes se sienten seguros", dijo Kataguiri a la AFP cerca de un puesto caminero de policía, a 170 km de Brasilia.

Distendido, mientras se protegía del sol con un sombrero de expedicionario y entrecerraba sus ojos para evitar los remolinos de tierra roja que levantaban los camiones, lució menos histriónico que en los videos que subió a Youtube encarnando a un guerrero oriental que embiste contra la presidenta y el partido en el poder, fundado por el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010).

Kataguiri forma parte de una clase media que en el atribulado Brasil actual, con una economía apagada y escándalos de corrupción diarios, se postula como la generación seminal de una derecha moderna, juvenil, que enarbola en las redes sociales la bandera del impeachment, el fin de la corrupción y la articulación de un Estado concentrado en salud, educación y seguridad.

"Está surgiendo una nueva derecha. El monopolio de la juventud que la izquierda mantuvo aquí en Brasil durante años en las universidades, en el campo cultural, está terminando", dijo.



Tea Party 

Esa confianza desbordante es compartida por todos en el MBL, donde conviven la admiración por el Tea Party republicano con el rechazo a las dictaduras y una estética provocadora que hasta tilda de "iletrados" en liberalismo a los congresistas más afines a sus ideas.

Las marchas del 2015 fueron amalgamadas por la indignación causada por un fraude en Petrobras que implicó a empresarios, directivos de la petrolera y partidos políticos, que costó a la estatal más de 2.000 millones de dólares y sintetizó lo que un heterogéneo grupo de personas dice no querer para Brasil. Pero no para todos el ADN es el mismo.

Entre los grupos convocantes hay una burguesía tecnocrática, de mediana edad, que busca un Estado eficiente, junto con fuerzas más articuladas políticamente que son la punta de un iceberg de un cúmulo de empresarios, académicos y profesionales, que instruyen a los jóvenes en el ideario liberal.

Y ahora devinieron en activistas, dijo Paulo Moura, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Porto Alegre (sur). "Son 30 años de un proceso de formación política. Muchos de esos cuadros hoy están liderando los movimientos callejeros contra el sistema político tradicional", señaló este exmilitante del PT, vinculado al MBL, que recuerda que muchos integran una generación que "ni siquiera vivió la dictadura".

Su estentórea aparición despertó sospechas sobre su financiación. Algunos medios las llevaron hasta los magnates petroleros estadounidenses Charles y David Koch, de reconocidos lazos republicanos. Pedro Menezes, cofundador de Estudiantes por la Libertad, otra entidad que fue vinculada al entramado, lo niega y hasta lamenta no tener más apoyo.

Renan Santos, cofundador de MBL, reconoce las necesidades de fondos, pero está urgido por otras abstraciones: "Después de las manifestaciones hubo que reinventarse. Y esta marcha es parte de eso. Es la construcción de una narrativa fundacional".

Diario Libre