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¿Qué hicieron los héroes de la Independencia Nacional?

Los próceres contaron con la ayuda de dedicados colaboradores

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¿Qué hicieron los héroes de la Independencia Nacional?
Juan Pablo Duarte, ideólogo y gestor de la Independencia dominicana. (ILUSTRACIÓN DE ÁNGEL MARTÍNEZ/DIARIO LIBRE)

SANTO DOMINGO. La obra independentista fue el resultado del intenso trabajo de un grupo de jóvenes, liderados por Juan Pablo Duarte, que concitó el apoyo de otros sectores de la sociedad del este de la isla de Santo Domingo en la primera mitad del siglo XIX.

Aunque participaron decididamente en la lucha muchos hombres y mujeres, la historia nacional les ha reservado posiciones cimeras a Juan Pablo Duarte, Matías Ramón Mella y Francisco del Rosario Sánchez, declarados padres de la patria dominicana.

No obstante, el núcleo fundador de La Trinitaria, sociedad creada según ritos masones en 1838, estuvo integrado por Duarte, Juan Isidro Pérez, Pedro Alejandrino Pina, Félix María Ruiz, José María Serra, Felipe Alfau, Benito González, Jacinto de la Concha y Juan Nepomuceno Ravelo.

Luego, otras personas se sumaron al movimiento como Francisco del Rosario Sánchez y Matías Ramón Mella. Entre otros colaboradores del movimiento se cuentan a Félix María Delmonte, Vicente Celestino Duarte, Remigio del Castillo, Pedro Antonio Bobea y a Manuel Guerrero hijo.

Encendidas las ansias libertarias, sus promotores lograron convencer a diversos sectores de la necesidad de que la parte este se separara de Haití y poco a poco se creó un clima social favorable.

Sin embargo, luego de padecer y confrontar innumerables dificultades e incomprensiones, tras la proclamación de la Independencia Nacional, fueron desterrados del país los generales Duarte, Sánchez y Mella, los comandantes Pedro Pina, Gregorio del Valle y Juan Jiménez, el capitán J. J. Illas y el señor Juan Isidro Pérez, declarados “traidores e infieles a la patria”, según la resolución número 17, dada por la Junta Central Gubernativa el 22 de agosto de 1844, bajo la presidencia del general Pedro Santana, quien se hizo con el poder.

Juan Pablo Duarte

El forjador de la soberanía dominicana fue el cuarto hijo del matrimonio formado por Manuela Díez y Jiménez y Juan José Duarte. A la edad de 25 años, fundó la sociedad secreta La Trinitaria, después de alimentar durante varios años el sueño de constituir una nación soberana.

Duarte (1813-1876) fue un líder carismático, que consiguió aglutinar y darle dirección y propósito a un grupo de jóvenes valerosos. Compartió los conocimientos adquiridos en sus estudios particulares y durante sus viajes a los Estados Unidos y a Europa, e impartió gratuitamente clases de matemáticas, latín, esgrima y tiro.

El patricio, quien tenía formación militar, era persiste y luchador. Sus afanes patrióticos le produjeron innumerables sufrimientos y llevaron a la pobreza a su familia, pues invirtió sus bienes en la lucha independentista.

“Juan Pablo Duarte tuvo el coraje de creer que en un territorio pequeño, deshabitado e incomunicado interior y exteriormente podía establecerse una república. Para creer eso era necesario tener una fe inconmovible en la capacidad de lucha del pueblo dominicano, y Duarte la tuvo”, escribió Juan Bosch sobre el patricio en el periódico Vanguardia del Pueblo en 1976.

El escritor José Rafael Lantigua escribió, en su libro Duarte para jóvenes, que la gran lección del patriota “se encuentra precisamente en esa vida que corrió pareja en palabras y hechos, en esa existencia arriesgada que se conjugó con el más preclaro pensamiento patriótico”, en el que, a su juicio, los dominicanos deben buscar la fuente para impulsar las más dinámicas y constructivas tareas de engrandecimiento patrio.

El intelectual Mariano Lebrón Saviñón también divulgó su visión sobre las virtudes de Duarte: “...ni buscó prebendas ni las dio; ni se contaminó con el fangal de las pasiones políticas ni le cobró a la patria su fortuna empeñada en la lucha”.

Matías Ramón Mella

Tenía 28 años cuando desempeñó un papel protagónico la noche de la proclamación de la Independencia, ya que disparó el emblemático trabucazo que selló el nacimiento de la República Dominicana.

En los aprestos separatistas, Duarte le encargó viajar a la ciudad haitiana de Los Cayos (Les Cayes) para forjar una alianza entre los trinitarios y reformistas haitianos, que buscaban derrocar al presidente Jean Pierre Boyer, depuesto en marzo de 1843.

Luego de la proclamación de la independencia, Mella (1816-1864) organizó la región cibaeña para oponerse a los posibles ataques haitianos y partió hacia el sur para incorporarse a las filas de los combatientes.

Previamente, firmó el manifiesto del 16 de enero de 1844, llamado también Acta de Separación.

Después de que los haitianos se retiraron, el prócer volvió al Cibao y el 4 de julio proclamó a Duarte presidente de la República, para evitar que ocupara el poder alguno de los llamados afrancesados, partidarios del colonialismo, por lo cual fue expatriado por Pedro Santana y no regresó al país hasta 1848.

A su regreso al suelo dominicano, Mella se sumó a las luchas entre las facciones conservadoras y respaldó a Santana. No obstante, su nacionalismo se reafirmó cuando apoyó a los restauradores en 1861, con los que combatió para expulsar a los españoles como antes lo había hecho contra los haitianos.

Francisco del Rosario Sánchez

La historia le ha reservado un lugar relevante como uno de los padres de la patria. Aunque no formó parte del grupo fundador de La Trinitaria, fue un compañero de lucha confiable y solidario de Duarte, y se convirtió en jefe militar y político.

Sánchez (1817-1861) leyó la proclama que declaraba el nacimiento de la República Dominicana el 27 de febrero de 1844, y posteriormente presidió el gobierno provisional, hasta que fue desplazado por Tomás Bobadilla.

Debido a que Duarte tuvo que salir del país para preservar la vida, antes de la proclamación de la independencia, dada la tenaz persecución haitiana a que fue sometido, Sánchez lideró el movimiento separatista triunfador.

Con la amnistía dispuesta por el presidente Manuel Jimenes, en 1848 pudo regresar al país, luego de su destierro, y en la siguiente década desempeñó diversos cargos públicos.

En 1861, a los 44 años, el patricio fue fusilado el 4 de julio en El Cercado, San Juan de la Maguana, como consecuencia de su lucha contra la anexión de la República Dominicana a España.

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