El partido de Merkel logra en las encuestas su mejor resultado en siete años
Diario Libre
BERLÍN.- La Unión Cristiano demócrata (CDU) de la canciller alemana, Angela Merkel, tiene en la actualidad el mayor apoyo electoral de los últimos siete años, pero el derrumbe de su socio liberal podría complicar su permanencia al frente del Ejecutivo.
Así se desprende de una encuesta difundida hoy por el instituto demoscópico alemán Forsa, a nueve meses de los próximos comicios generales, en la que destaca el incremento en tres puntos de los conservadores -la CDU y su hermana bávara la Unión Socialcristiana (CSU)- hasta el 41 %.
Los conservadores alemanes no lograban esta tasa en los sondeos de intención de voto semanales de Forsa desde marzo de 2006, seis meses después de que Merkel alcanzase la cancillería por primera vez, en aquella ocasión al frente de una gran coalición con el Partido Socialdemócrata (SPD).
No obstante, el declive del Partido Liberal Alemán (FDP), que cayó en esta última encuesta un punto, hasta el 4 %, complica las aspiraciones de la canciller, puesto que al no superar el 5 % mínimo los liberales quedarían fuera del Bundestag (Cámara baja) y Merkel no podría reeditar su actual coalición.
Por su parte, el SPD se mantuvo en un 27 % de apoyo popular, y Los Verdes cayeron un punto, hasta el 13 %, con lo que sumados, reeditando una coalición "rojiverde", como se le denomina en Alemania, sumarían un 40 %.
Este empate técnico en las encuestas hace vaticinar a los politólogos alemanes dos posibles acuerdos de gobierno postelectorales: una gran coalición de conservadores y socialdemócratas o una alianza entre la CDU/CSU y Los Verdes.
No obstante el peso de los números, los tres partidos implicados en estas cábalas han negado en las últimas semanas su voluntad de pactar con formaciones al otro lado del espectro político.
El SPD y Los Verdes han reiterado su intención de gobernar conjuntamente -y no como socios minoritarios de Merkel- y la CDU ha reivindicado a los liberales como su socio ideal en el próximo
Ejecutivo.
Por su parte, La Izquierda, que alcanza el 8 % de los sufragios en el estudio de Forsa, queda fuera de toda quiniela electoral, debido al aislamiento político al que está sometida esta formación de postcomunistas y disidentes socialdemócratas.
Así se desprende de una encuesta difundida hoy por el instituto demoscópico alemán Forsa, a nueve meses de los próximos comicios generales, en la que destaca el incremento en tres puntos de los conservadores -la CDU y su hermana bávara la Unión Socialcristiana (CSU)- hasta el 41 %.
Los conservadores alemanes no lograban esta tasa en los sondeos de intención de voto semanales de Forsa desde marzo de 2006, seis meses después de que Merkel alcanzase la cancillería por primera vez, en aquella ocasión al frente de una gran coalición con el Partido Socialdemócrata (SPD).
No obstante, el declive del Partido Liberal Alemán (FDP), que cayó en esta última encuesta un punto, hasta el 4 %, complica las aspiraciones de la canciller, puesto que al no superar el 5 % mínimo los liberales quedarían fuera del Bundestag (Cámara baja) y Merkel no podría reeditar su actual coalición.
Por su parte, el SPD se mantuvo en un 27 % de apoyo popular, y Los Verdes cayeron un punto, hasta el 13 %, con lo que sumados, reeditando una coalición "rojiverde", como se le denomina en Alemania, sumarían un 40 %.
Este empate técnico en las encuestas hace vaticinar a los politólogos alemanes dos posibles acuerdos de gobierno postelectorales: una gran coalición de conservadores y socialdemócratas o una alianza entre la CDU/CSU y Los Verdes.
No obstante el peso de los números, los tres partidos implicados en estas cábalas han negado en las últimas semanas su voluntad de pactar con formaciones al otro lado del espectro político.
El SPD y Los Verdes han reiterado su intención de gobernar conjuntamente -y no como socios minoritarios de Merkel- y la CDU ha reivindicado a los liberales como su socio ideal en el próximo
Ejecutivo.
Por su parte, La Izquierda, que alcanza el 8 % de los sufragios en el estudio de Forsa, queda fuera de toda quiniela electoral, debido al aislamiento político al que está sometida esta formación de postcomunistas y disidentes socialdemócratas.
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