Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
Actualidad

Femenicidios y violencia de género marcan familias dominicanas en EEUU

El 2012 fue uno de los peores años; el 2013 comenzó con el asesinato de una estudiante

Expandir imagen
Femenicidios y violencia de género marcan familias dominicanas en EEUU
Algunas de las víctimas
NUEVA YORK._ La comunidad dominicana figura entre los grupos inmigrantes con más alto índice de femenicidios en Nueva York, según estudios recientes. 

La violencia doméstica, la sangre y el luto traumatizan a cientos de criollos y criollas residentes en diferentes estados.

Mujeres, hombres, niños, padres, hermanos y otros parientes de las víctimas involucradas, quedan atrapados en un cada vez menos incomprensible rompecabezas económico y social que al parecer, está siendo traspolado desde la República Dominicana a cualquier latitud, donde residan los quisqueyanos.

Este año comenzó con el asesinato de la joven estudiante Edith Rojas, de 19 años de edad y quien fue apuñalada cuatro veces en la espalda por su ex novio Jonathan Peña Castillo quien la amenazó y persiguió hasta consumar su plan criminal.

Rojas fue interceptada por Castillo cuando iba desde una bodega donde había hecho una compra a su casa en el sector de Inwood en el Alto Manhattan.

Castillo la siguió y la acuchilló salvajemente en la espalda, muriendo ella poco después en el hospital donde fue ingresada.

Apenas 90 días antes, Kenia Castillo de 43 años de edad y otra dominicana radicada en El Bronx, fueron asesinadas de cuatro balazos por sus exparejas.

Otro caso muy sonado fue la muerte de las dominicanas Marcia Santiago Gladys Cabrera y Noelia González Brito, asesinadas a balazos en el salón "Las Dominicanas" de Orlando (Florida) por el ex novio de la primera, Bradford Baumet, con quien ella no quería continuar sus relaciones y el matón consideró que las compañeras de trabajo de la víctima eran quienes le aconsejaban, por lo que decidió vengarse. El hecho ocurrió el 18 de octubre del 2012.


La madrugada del pasado 13 de junio en el edificio 189 de la avenida Audobon (entre las calles 174 y 175), el dominicano Sergio Azcona, quien trabajaba para una compañía de televisión por cable como técnico instalador, asesinó a balazos a su pareja Michel de la Cruz y luego se atrincheró pistola en manos en uno de los pisos del inmueble hasta que llegó un equipo SWAT de la Policía.

Los informes dan cuenta de que Azcona se suicidó de un balazo en la cabeza antes de que pudiera ser arrestado, pero rumores sostienen que policías le dispararon cuando estaba escondido debajo de la escalera del primer piso.


La mujer murió instantáneamente en la habitación donde fue baleada por Azcona a eso de la 1:00 de la madrugada y que era un cuarto rentado en un apartamento del cuarto piso.

El murió a las 7:30 de la mañana del 14 de junio en el hospital Presbiteriano donde fue ingresado.

En mayo, la madre dominicana Stephanie Taveras, de 21 años de edad y con tres hijos, cayó asesinada en medio de una lluvia de balas disparadas desde un vehículo que transitaba por la autopista Gran Central Parkway de Queens, dijo la policía. Recibió un tiro en la cabeza.

Taveras, viajaba por la vía junto a Rafael Herrera de 29 años de edad, quien aparentemente era el objetivo del tirador que hizo 10 disparos contra el vehículo BMW que Herrera había tomado prestado.

Investigaciones preliminares apuntaron a que el matador, que había tenido una relación con Taveras, acorde con versiones de vecinos y allegados a la víctima, creyó que Herrera era su nuevo compañero sentimental, aunque ese detalle no se ha aclarado todavía.

Pura Simancas de 34 años de edad, murió a causa de una sobredosis de heroína que según un testigo la obligó a ingerir su novio en una casa de Long Island, mientras ella y dos hombres se drogaban.

Su cadáver fue tirado en una zona boscosa de una carretera en el condado Suffolk. La policía arrestó al ex compañero de Simancas, Matthews Kraus de 45 años, quien confesó en los interrogatorios que estaba y mató a la criolla mientras se inyectaban heroína junto a cuatro amigos.

Ansa Brisela de Fernández, fue estrangulada en su apartamento de El Bronx por el puertorriqueño José Victorino de 57 años de edad y quien la celaba hasta con la "sombra".

Victorino degolló a la dominicana después de apuñarla numerosas veces, según dijeron los investigadores y huyó a New Jersey, donde fue arrestado y extraditado a Nueva York.

El publicista y relacionista público dominicano de una empresa en la industria de la moda, Raúl Barrera, fue sentenciado en la Corte Suprema Estatal por el asesinato de su novia, Sarah Coit, una millonaria estudiante de Hunter College y nativa de Connecticut.

Barrera se declaró culpable por el salvaje homicidio, asestándole 24 puñaladas a la víctima, además de decapitarla.

El crimen lo perpetró en medio de una discusión con la mujer en un apartamento de la calle Clinton en el Bajo Manhattan el 10 de abril del 2011.

Tras matar a la estudiante, Barrera se entregó en un cuartel de la policía y dijo que no tenía excusas. En una negociación posterior con los fiscales, se declaró culpable a cambio de la sentencia a cadena perpetua como pena máxima y una mínima de 25 años en la cárcel.

Barrera de 34 años de edad, trabajaba como publicista y encargado de relaciones públicas para la empresa Coleman Propaganda Entertainment Group que se dedica a promover eventos de moda en Nueva York.

La estudiante tenía 23 años de edad.

El asesino convicto les dijo a los investigadores que apuñaló unas 24 veces a su novia y después le cortó la garganta, alegando que ella le fue encima con un cuchillo para matarlo y lo que hizo fue "defenderse" del ataque.

Añadió el condenado en el interrogatorio que Sarah quería mudarse a otro apartamento para romper sus relaciones con él, pero el asesino no quería que ella se fuera y que la belleza de su novia no fuera para nadie más.

Los casos mencionados se generalizaron en casi en todos los escenarios de Estados Unidos con gran población dominicana y el espacio es demasiado corto para resumirlos todos.