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La prosperidad en las ciudades del mundo

Para realizar el informe se examinaron 110 ciudades de 35 países, incluyendo a Santo Domingo.

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La prosperidad en las ciudades del mundo
La urbanista Grethel Castellanos cree que para lograr la meta de la prosperidad en la ciudad de Santo Domingo es necesario contar con un proyecto político.
Ciudades como Viena, Barcelona o Bruselas ocupan los primeros lugares por una fuerte integración de todos los parámetros, mientras que Monrovia o Sierra Leona se sitúan en los últimos puestos por su alta disfuncionalidad institucional.

La prosperidad de las ciudades no depende solo del crecimiento económico, sino que está condicionada por otros parámetros, como la calidad de vida, la infraestructura, la equidad o la sostenibilidad, según un informe divulgado recientemente por ONU-Hábitat en México.

El documento "Estados de las ciudades del mundo 2012-2013: La prosperidad de las ciudades", que previamente fue presentado en Nápoles, Italia, aboga en esta nueva edición por mejorar el espacio público de las ciudades, ampliar los bienes públicos, consolidar los derechos para todos y definir políticas públicas a partir del "ser humano como objetivo y fin último".

"Es necesario revisar y replantear una noción diferente de prosperidad, no confiscada por intereses económicos y financieros", aseguró en un encuentro con medios internacionales antes de la presentación oficial el coordinador de la División de Investigación y Desarrollo de Capacidades de ONU-Hábitat, Eduardo López Moreno.

Hasta el momento, la calidad de vida ha estado vinculada a la ganancia y el crecimiento económico, apuntó, y precisó que las ciudades del mundo crecieron de media tres veces más de lo necesario en comparación con el aumento de su población.

El informe, en el que se examinaron 110 ciudades de 35 países, propone el uso de dos nuevas herramientas para la evaluación de las urbes: el Índice de Prosperidad de la Ciudad (IPC) y la Rueda de la Prosperidad, que permite clasificar a las ciudades en seis grupos, del más alto nivel de "solidez en la prosperidad" al más bajo.

El llamado IPC incluye cinco dimensiones que deben ser tenidas en cuenta: la productividad, la infraestructura, la calidad de vida, la equidad y la sostenibilidad ambiental. Estos aspectos permitirán a las autoridades, según el experto, identificar las oportunidades y posibles áreas que deben mejorarse a lo largo del camino hacia la prosperidad.

Ciudades como Viena, Barcelona o Bruselas ocupan los primeros lugares por una fuerte integración de todos los parámetros, mientras que Monrovia o Sierra Leona se sitúan en los últimos puestos por su alta disfuncionalidad institucional, problemas sistémicos, pobreza y, en algunos casos, conflictos sociales y políticos.

Según López Moreno, la reducción de la desigualdad es uno de los grandes retos de los países, cuyas ciudades están peor situadas en el ránking de la prosperidad en Latinoamérica, ya que en la medida en que este parámetro es más alto, el peligro de un estallido de violencia es mayor.

El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, designado recientemente presidente de la Red Mundial de Ciudades Seguras e invitado a la presentación del informe, recordó que el 80 % de la población mexicana vive en ciudades y valoró la recomendación de reducir la desigualdad urbana.

En este sentido, propuso "un aumento de los salarios por encima de la inflación", un "incremento de la aportación fiscal de los que más tienen" o una "mejora de los índices de escolaridad" y se congratuló por la inclusión de la Ciudad de México en el segundo grupo dentro de la lista de prosperidad mundial.

EL INFORME EN SANTO DOMINGO

El informe sobre Santo Domingo que aparece en el documento "Estados de las ciudades del mundo 2012-2013" fue preparado por la arquitecta urbanista Grethel Castellanos, quien sugiere asumir la ciudad como motor de crecimiento económico y desarrollo.

La urbanista cree que para lograr la meta de la prosperidad en la ciudad de Santo Domingo es necesario contar con un proyecto político (y no sólo con estrategias) que sierva de soporte en cualquier ámbito de acción, "para lo que será necesario la participación de todos los agentes vinculados a su desarrollo mediante la articulación de la acción a este proyecto político y la adopción de un enfoque sistémico que lo haga viable. Requiere de un contexto y un concepto del ámbito territorial desde el gobierno central para la toma de decisiones".

Tomando en cuenta que Santo Domingo es un caleidoscopio con muchas lecturas, Castellanos propone -aprovechando la oportunidad que brinda ONU-Hábitat - conciliar intereses que permitan planificar una estrategia que plantee soluciones posibles hacia una ciudad más próspera.

"No es tan difícil, sólo hay que planificar su desarrollo y llevarlo a cabo, para lo que contamos con muchas propuestas, diagnósticos y leyes", sostiene.

LA CIUDAD DEL SIGLO 21

Según el informe una ciudad del siglo 21 cumple con las siguientes funciones:

- Reduce los riesgos de desastres y la vulnerabilidad de los pobres y aumenta la resiliencia ante las fuerzas adversas de la naturaleza.

-Crea armonía entre las cinco dimensiones de la prosperidad y la mejora de las perspectivas del futuro.

-Estimula la creación de empleo local, promueve la diversidad social, mantiene un medio ambiente sostenible y reconoce la importancia de los espacios públicos.

-Viene con un cambio de ritmo en las funciones, perfiles, espacios urbanos, y proporciona al contexto social, político y económico condiciones de prosperidad.