La marcha contra la impunidad y el silencio presidencial
Eli Heiliger
SANTO DOMINGO. El silencio del presidente Danilo Medina en relación a la marcha contra la impunidad del 22 de enero, organizada por grupos de la sociedad civil y apoyada por la oposición política, llama la atención de la población que espera una respuesta contundente que lleve a la justicia a los culpables del hurto de los recursos del Estado.
La manifestación, reportada como exitosa, superó una grosera campaña a través de distintos medios de comunicación ejecutada por defensores del Gobierno y unificó voces dispersas en todo el país que luchan contra la corrupción, en momentos que esta se ha desbordado. Recordemos, por citar un ejemplo, que unos “vivos” “vendieron” un barrio con sus iglesias, destacamentos policiales, escuelas, colmados y sus habitantes.
Sin embargo, montado sobre el éxito de la masiva actividad sus organizadores adelantan pasos para convocar a otro evento similar, en la ciudad de Santiago de los Caballeros, capital de la región cibaeña que la componen 14 provincias.
Algunos personeros del Gobierno se refirieron a la marcha, movidos porque su éxito no se puede ocultar. Ignorarla sería contribuir a su difusión, pero en ningún caso se puede interpretar como una postura oficial.
Temístocles Montás, dirigente del partido oficial y ministro de Industria y Comercio la calificó como una gran demostración cívica que fortalece la democracia y envía buenos mensajes al Gobierno.
“El PLD saluda esa manifestación y nosotros nos sentimos comprometidos con las cosas que motivaron esa marcha”, expuso el funcionario.
En cambio, el ministro Administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta en su cuenta de Twitter, dijo: “El Gobierno siempre ha estado y estará del lado de la transparencia, la ley y de los dominicanos que quieren justicia”.
“La democracia es un derecho, cuando la gente habla, el Gobierno escucha”, reveló. “Los dominicanos que hoy ejercieron su derecho democrático sepan que todos queremos justicia”, añadió.
Margarita Cedeño, vicepresidenta de la República en su cuenta de Twitter manifestó: “Aplaudo el ejercicio cívico de la protesta pacífica, promover y proteger los derechos ciudadanos es esencial para nuestra democracia”.
Expuso: “Una ciudadanía que alza su voz de forma pacífica, fortalece nuestra democracia, nos hace más fuerte y solidarios”.
El silencio de Medina
El silencio de Medina también se mantiene sobre otros casos espinosos, como el pago de soborno a funcionarios dominicanos por parte de la empresa brasileña Odebrecht para construir obras públicas y sobrevaluarlas, considerado como el escándalo de corrupción de mayor calado en el país.
Sin embargo, el silencio respecto a la marcha del 22 enero llama a preocupación porque la misma se celebró dentro de un contexto de lucha contra la corrupción que afecta la imagen de la actual administración.
La población espera una posición del mandatario sobre las exigencias de castigo a los corruptos y que de millones de pesos no terminen cada año en bolsillos privados, impidiendo que la mayoría de dominicanos disfruten de buena atención hospitalaria, buena educación, y mejores servicios públicos.
Muchos se preguntan el por qué del silencio presidencial frente a la demanda del fin de la impunidad, lo que provoca decenas de respuestas algunas en el orden especulativo.
Es posible que los estrategas de comunicación del mandatario les recomendaran cautela, por entender que con el silencio se menosprecia la actividad, cuando se quiere impedir que el grito contra la corrupción se expanda, haciéndose viral y galvanice a la sociedad con réditos políticos para sus organizadores.
No obstante, los que abogan por el fin de la impunidad tienen el reto de que en cada actividad que realicen supere a las anteriores y crear un clima para que sus demandas sean satisfechas.
Eli Heiliger
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