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Presidente SCJ advierte a jueces de actuaciones

Germán aboga porque no se desproteja a la sociedad con relación a la criminalidad

SANTO DOMINGO. El presidente de la Suprema Corte de Justicia y del Consejo del Poder Judicial, Mariano Germán Mejía, advirtió que en manos de un juez imprudente y proclive a las desviaciones, la ley garantista se convierte en un peligro para la sociedad.

Al pronunciar un discurso durante la audiencia solemne, con motivo del Día del Poder Judicial, que encabezó el presidente Danilo Medina, el magistrado enfatizó que los intereses de la sociedad se sobreponen a los de los particulares. Y estimó que la finalidad de la ley es proteger a la sociedad, no desprotegerla.

"Magistrados y magistradas, garanticen los derechos de los imputados, apliquen la Constitución y la ley; pero no desprotejan a la sociedad con actos imprudentes, porque los actos imprudentes se convierten en actos injustos contra la sociedad y, como tales también merecen sanción", les indicó.

Planteó que el de justicia no es un servicio cualquiera, puesto que la capacitación de los servidores judiciales y el reconocimiento de sus derechos a realizar un trabajo en condiciones dignas son obligaciones ineludibles e irreemplazables.

Precisó que se necesitan muchos servidores judiciales, "pero más que muchos servidores judiciales, buenos servidores judiciales; que incluyen a jueces, defensores públicos, abogados ayudantes, docentes, oficinistas, etc.".

El magistrado dijo que sólo un juez que interprete su fortaleza y reconozca que su capacitación lo conduce hacia el logro de esa posibilidad día a día, deberá permanecer en el Poder Judicial.

Germán Mejía sostuvo que el Poder Judicial ofrece un servicio que sólo se puede convertir en justo y bueno cuando es facilitado por un juez capaz y eficiente. "Ya lo hemos dicho en varias ocasiones: necesitamos un Poder Judicial que se desarrolle sobre la capacidad, la independencia, la probidad, el reconocimiento de la primacía de la Constitución como garante de los derechos de los ciudadanos y la existencia de ágiles sistemas procesales en los cuales se levanten los pilares sobre los cuales, a la vez, debemos fundamentar una justicia pronta, oportuna, garantista y eficaz".

Aseguró que el de los jueces es un servicio social y como tal, la apreciación que tenga la comunidad a la cual se le ofrece es lo que realmente representa la justicia. "Es por lo que se hace necesaria una política disciplinaria definida", consideró.

Germán Mejía observó que la sociedad tiene que ser bien servida, pero también es necesario que aprecie que la justicia que se le sirve sea buena, porque en materia de políticas públicas, la percepción es tan importante como la realidad.

Expresó que la democracia es el mejor de los sistemas de gobierno que ha creado el hombre para la convivencia en sociedad, porque ella garantiza la libertad. Pero advirtió que "la libertad sin vigilancia, sin límites y sin sanciones puede facilitar desde las más pequeñas incorrecciones hasta las peores atrocidades".

Expuso que trasladada esta afirmación al campo del Poder Judicial, "puede decirse que si bien se impone garantizar los derechos fundamentales de los servidores, también la vigilancia permanente de sus actos y la aplicación de las sanciones para corregir sus desviaciones".

"No ponemos en dudas que los años y la permanencia en los cargos producen mayores y mejores conocimientos y, en consecuencia, mayor rendimiento en el servicio", subrayó.

No obstante, señaló que también producen acomodamientos, cansancios y vicios, por lo que, sólo la evaluación permanente, vigilancia y aplicación de sanciones pueden combatir los efectos negativos que tales factores provocan.

Proclamó que está trabajando para construir un Poder Judicial que garantice los derechos de las personas, justicia en base a procesos probos, éticos, íntegros, razonables, ponderados, así como que dicte sentencias objetivas y materialmente justas.

Los jueces están obligados a interpretar y aplicar las normas relativas a los derechos fundamentales y sus garantías en el sentido más favorable a la persona titular de los mismos. Indicó que la justicia debe continuar luchando por la igualdad de género y la eliminación de la violencia intrafamiliar, así como por la garantía de los derechos de la niñez y de la adolescencia. Agregó que sólo se alcanza el triunfo contra el crimen organizado, aunando esfuerzos.

Locales alquilados

Germán Mejía dijo que la falta de personal para la seguridad de los jueces es un hecho sumamente grave, por cuanto afecta directamente la justicia penal.

Se quejó de que más del 50% de la justicia servida por los jueces de Paz se desenvuelve en locales alquilados, techados de zinc, construidos de madera, y todos con filtraciones graves, y carentes de puertas adecuadas.