Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
Actualidad

"Sandy" agravó los males de Haití, un país al borde de la crisis alimentaria

Expandir imagen
Sandy agravó los males de Haití, un país al borde de la crisis alimentaria
PUERTO PRÍNCIPE.- El huracán "Sandy" fue lo peor de una temporada ciclónica que en 2012 dejó cerca de 90 muertos en Haití, cuyo Gobierno quiere superar la etapa de ayuda internacional y dinamizar con inversión exterior la economía de un país al borde de la crisis alimentaria, según la ONU.

Según cifras oficiales, más de 18,000 casas resultaron inundadas, dañadas o destruidas durante el paso de "Sandy" en octubre, además de desperfectos en puentes y escuelas.

Más de un mes después, todavía había zonas aisladas por inundaciones, particularmente en el extremo suroeste, según legisladores que advirtieron de la penuria alimentaria de una población que en un 80 % vive por debajo del umbral de la pobreza.

De hecho, las plantaciones de los departamentos Oeste, Sureste, Sur, Nippes y Grand Anse/Suroeste fueron severamente golpeadas por la tormenta, que obligó a decretar en todo el país el estado de urgencia, vigente hasta el 5 de enero de 2013.

El Consejo Nacional para la Seguridad Alimentaria (CNSA) estimó en más de dos millones el numero de personas que podrían sufrir de malnutrición debido al paso de "Sandy".

En las últimas semanas del año los precios de algunos productos básicos casi se duplicaron, como el de las semillas, que llegaron hasta nueve dólares las cinco libras (2,27 kilos), tendencia que desde el final del verano propició huelgas y protestas.

La problemática humana de los miles de afectados por esta situación de carestía y dificultades alimentarias se sumó al drama de los más de 390,000 haitianos que siguen viviendo bajo carpas (tiendas de campaña) casi tres años después del terremoto de 2010, que causó 1,5 millones de damnificados.

También se reavivó la epidemia de cólera, sobre todo en las regiones inundadas por las lluvias de "Sandy", con decenas de nuevos casos de la enfermedad que, desde 2010, ha afectado a más de 500,000 personas y ha causado la muerte de más 7,700.

Este año también registró el inicio de una movilización social y política contra la gestión del presidente, Michel Martelly, a pesar de que el Gobierno se felicita de una mejora de la situación institucional y promociona activamente la inversión.

Precisamente a ello dedicó Martelly sus viajes al extranjero (Bélgica, Cuba, EE.UU, España, Francia, Irlanda, Japón, República Dominicana Suiza, entre otros) para promover su país como destino de negocios e inversiones.

Desde que Martelly llegó al poder, en mayo de 2011, Haití ha acogido, además, varios foros con empresarios internacionales en busca de inversión extranjera con el objetivo de crear empleo y relanzar la economía, que creció un 8,6 % en 2011 y se espera crezca este año un 8,8 %.

En el plano institucional, por primera vez se estableció, en julio, el Consejo Superior del Poder Judicial (CSPJ).

Asimismo, el jefe del Estado confirmó las enmiendas a la Constitución que habían quedado suspendidas desde mayo de 2011 por diferencias en el Legislativo, con lo que se resolvió otra delicada cuestión y la Carta Magna quedó reformada.

Pero el año entero estuvo marcado por desacuerdos entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, y críticas sobre irregularidades en el establecimiento de un Consejo Electoral Permanente (CEP) que debe organizar las elecciones legislativas parciales y locales, atrasadas desde hace casi un año.

Este órgano, que debe tener nueve miembros, tres de cada uno de los poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) no cuenta con representantes del Parlamento porque faltó el quórum necesario para nombrarlos al ausentarse 10 de los 30 senadores, cuyo mandato expiró.

Entretanto, organismos nacionales e internacionales criticaron el recrudecimiento de la inseguridad, con casos de secuestro en Puerto Príncipe y otras ciudades, mientras que, según grupos defensores de los derechos humanos, el sistema judicial y policial mostró "graves debilidades".

Como principal ejemplo de ello mencionaron la declaración de prescripción por parte de la Justicia de los delitos de crímenes contra la humanidad de los que se acusaba al exdictador Jean-Claude

Duvalier, aunque un comité de víctimas de su régimen (1971-1986) recurrió esta decisión.