Santo Domingo inmersa en la falta de planificación

SANTO DOMINGO. La ciudad de Santo Domingo cumplió ayer 517 años de su fundación. Sin embargo, en sus últimos 50 años, según concuerdan los arquitectos Erick Dorrejo y Luis Omar Rancier, ha tenido un crecimiento vertiginoso, desmedido y sin planificación, que multiplicó su población en más de seis veces, pasando de menos de medio millón de habitantes a más de tres millones, sin la capacidad de retribuir con servicios de calidad a esos nuevos capitaleños.

De hecho, se puede argumentar que ninguno de los servicios que ofrecen los gobiernos municipales y el Estado a sus ciudadanos son satisfactorios. Esto no significa que durante ese período no haya habido un proceso de modernización y el inicio de una planificación de la ciudad, como coinciden al citar los gobiernos municipales, la Mancomunidad del Gran Santo Domingo, la Oficina para el Planeamiento Territorial, como una vía a esos alcances y obras de infraestructura, principalmente el Metro de Santo Domingo.

Aun así, Rancier considera que la ciudad se ha construido para el automóvil, no para los usuarios. "El automóvil se ha convertido en un mal necesario en una ciudad poco amable para el peatón, que no encuentra dónde caminar, y que con cada inversión de infraestructura se reduce su espacio".

En tanto que Dorrejo explica que este crecimiento a partir de la migración rural hacia la ciudad ha creado serias dificultades a la planificación y creación de los servicios de todo tipo: transporte, agua, energía, depósito final de basura, áreas recreativas entre otros. "Las minorías pudientes tienen agua privada, energía privada, aunque reciben un servicio eléctrico, recolectores de basura privados, área de recreación privada; mientras que la colectividad, la clase media y los pobres sienten grandes deficiencias ", dijo.

Sostiene que para hacer frente a las carencias, los cabildos que componen la ciudad de Santo Domingo deben ejecutar medidas en base a una agenda común y ver la ciudad en base a un todo.

Rancier señala que es imperativo "el rescate del límite urbano, de la zona no urbana y del concepto de ciudades intermedias para descentralizar los servicios públicos y detener la migración hacia el Gran Santo Domingo", lo que según Dorrejo también se combate con una descentralización de la inversión que desinterese la migración a la Ciudad.

La directora del Centro Histórico de la Ciudad Colonial, Diana Martínez, declaró a DL que la situación actual sobre la ciudad es "alentadora", debido a que había un encuentro de actitudes de diversos sectores que deseaban promover el atractivo punto y además existían iniciativas puntuales para crear una Ciudad Colonial "digna y revitalizada". Martínez señaló que puntualmente se han adoptado medidas de planificación como las normativas, el plan de reciclaje de desechos sólidos, y la ventanilla única para la solicitación de permisos que está por ser instalada. Al mismo tiempo la inversión en la renovación de la Ciudad Colonial, a un costo de aproximadamente US$30 millones, el incremento del número de los agentes de seguridad, entre otras medidas, ayudarían a mejorar la calidad del ambiente en la Zona Colonial y motivarían la recalificación del comercio.

Omar Santana