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Valora aportes de Iglesia en la salud y educación

Destacó que de 220 parroquias hay 100 con dispensarios médicos. El país tiene once diócesis

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Valora aportes de Iglesia en la salud y educación
El arzobispo metropolitano de Santo Domingo, López Rodríguez.

SANTO DOMINGO. Al valorar el crecimiento que ha tenido la iglesia católica en el país durante los últimos 50 años, el arzobispo metropolitano de Santo Domingo, Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez, resaltó que ha elevado de una a once el número de diócesis.

Entrevistado en el espacio Diálogo Libre del Grupo Omnimedia, el Cardenal López Rodríguez resaltó que hace 31 años, cuando asumió la dirección de la Arquidiócesis de Santo Domingo, encontró 78 parroquias y en la actualidad hay 220, la mayoría de ellas en zonas y barrios marginales.

Dijo que 100 de esas 220 parroquias cuentan con dispensarios médicos que ayudan a los pobres a sobrellevar sus problemas de salud.

"Le he pedido a casi todos los párrocos, primero, que se haga una iglesia modesta, en esos barrios no se puede pensar en otra cosa, pero simultáneamente cuando se pueda una escuela y un dispensario médico", indicó el prelado en la entrevista.

También ponderó los aportes a la educación que ha hecho la iglesia católica, y resaltó que en todas las escuelas que tiene bajo su tutela asisten alrededor de 170,000 alumnos.

El Cardenal explicó que algunas estrategias usadas por las iglesias que regenteban colegios fue "semioficializarlos", es decir, mantener la dirección de los centros y que el Estado pague el sueldo a los maestros, que es lo más costoso. Argumentó que esto se hizo ante la incapacidad que tenían muchos padres de pagar la colegiatura.

En cuanto a la educación superior, dijo que, aparte de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), que está celebrando sus cincuenta años, en el país hay universidades católicas en San Francisco de Macorís, la Universidad Católica Nordestana (UCNE); en La Vega, la Universidad Católica Tecnológica del Cibao (Ucateci); en el Distrito Nacional la Universidad Católica Santo Domingo (UCSD); y en Barahona la Universidad Católica Tecnológica de Barahona, (Ucateba).

El arzobispo argumentó que ese crecimiento a nivel superior obedece a muchas necesidades locales y zonales del país.

Sobre la vocación sacerdotal de los jóvenes dominicanos, el prelado destacó su crecimiento en los últimos tiempos, precisando que en todas las diócesis hay seminarios menores, y que el mayor de Santo Domingo, acoge a 50 seminaristas, la mayor cantidad que ha tenido. Curiosamente -agregó- la mayoría provienen de Monte Plata.

"Yo he ordenado un buen número de sacerdotes de Monte Plata, de Yamasá. Esta es para nosotros una cantera de vocaciones. Yo creo que hay un buen trabajo, esperanzador", manifestó el Cardenal.

 Lo ha invitado

El Cardenal duda que el Papa Benedicto XVI venga al país

Para el arzobispo metropolitano de Santo Domingo es poco probable que el Papa Benedicto XVI venga a la República Dominicana.

El purpurado dominicano dijo que invitó al Papa en el 2008 cuando la arquidiócesis Primada de América celebró sus 500 años, pero que el Santo Padre le respondió que su visita dependería de su salud y las circunstancias.

"No creo que venga, no. Yo en el año 2010, dos años antes, se lo dije: Santo Padre la primera arquidiócesis de América va a celebrar quinientos años, y se sonrió, pero dijo: 'Dependerá de las circunstancias de mi salud'. Llegó el año y entonces no. Yo me di cuenta, se lo recordó también el presidente Fernández, que lo invitó", señaló.

López Rodríguez recordó que el anterior Papa, Juan Pablo II , vino al país en tres ocasiones y estuvo cinco veces en México y 21 veces en América Latina, lo que a su entender puede haber influido en que Benedicto XVI haya optado por no viajar a esta zona.

Puntualizó que la última vez que Juan Pablo II viajó a América Latina ya no podía caminar. "Estaba muy mal y los médicos le dijeron al Santo Padre que no debía ir a México por la altura y por su condición de salud. Eso fue en el dos mil dos, pero estaba la canonización de Juan Diego, el indígena vidente de la Virgen de Guadalupe", expresó.

Apuntó que, además de que era muy carismático, al Papa Juan Pablo II le gustaba compartir y darle oportunidad de expresarse a los jóvenes, con quienes estuvo en muchos lugares del mundo, ya que estaba convencido de que había que ir a los países y entrar en contacto con la gente. "Le gustaba eso", enfatizó.  

Entrevista textual al Cardenal