La duda

La duda como estrategia de información. La duda como método de descalificación. La duda como arma política. La duda como método de control, como generadora de desconfianza.

La duda es la estrella de esta campaña. La inocula el gobierno, la oposición, las instituciones, incluidas las que no deben permitir ni asomo de duda (la JCE, sin ir más lejos). Se ha instalado, pero no de manera espontánea o casual. Se ha trabajado minuciosamente en crear la estructura de (des) información pública necesaria para que dudemos.

De todo.

De las encuestas, porque en cuanto se anuncia una, aparecen tres con resultados opuestos. Y porque desde los mismos partidos se esparce el rumor de que se han manipulado los resultados. "Reduda", que algo queda.

Dudamos de la Junta Central Electoral porque su presidente duda públicamente de lo que antes nos vendía como garantía de transparencia. Dudamos de que sea imparcial, por su estrecha relación con el PLD. Dudamos de que el perdedor, sea cual sea, acepte el resultado, porque esta vez, ninguno admitirá que le faltó medio voto.

Dudamos del sistema, clientelista sin esperanza de cambio. Dudan los candidatos de compañeros de su propio partido.

Los estrategas insisten en que dudemos del candidato contrario, de los siniestros personajes que les rodean, de las verdaderas intenciones de los miembros de la JCE, del gobierno, de la oposición, de la Justicia... La duda, que corroe todo lo que roza.

IAizpun@diariolibre.com

Diario Libre