¡Qué semana!

De esta reforma fiscal hablaremos por mucho tiempo, pero ya, desde ahora, no olvidaremos:

La foto: Pared Pérez y Félix Bautista en la sesión del Senado. Ya hay póster y pancartas.

Los votos. Ito Bisonó votó en contra, a pesar de la alianza del PRSC con el PLD. Minou Tavárez, del PLD, se abstuvo. Juan Hubieres, CEO del Consorcio de Dueños de Rutas y Autobuses, negoció su comisión en el Palacio y desapareció del mapa para no tener que votar, abstenerse o dar la cara. Es diputado del PRD.

El portavoz. Gustavo Sánchez, del PLD, se nos "reveló" al ofrecer renunciar a dos de sus cuatro exoneraciones; la prueba, pensará él, de que "los legisladores también sudan". Y en la última sesión fue suya la genialidad de aprobar un proyecto de semejante calado sin leerlo de nuevo. Por supuesto su partido lo apoyó.

La oposición: con la sociedad deseosa de dejarse oír, de protestar, de entender... dejó pasar la oportunidad de articular todas esas inquietudes. El último gran servicio que hizo Leonel a su partido (y que tiene toda la intención de cobrar) fue dividir a la oposición.

El espíritu. Nunca un ex presidente ha tenido tanto peso en el acontecer diario de la política. Esta es la reforma de Leonel Fernández, tanto por sus causas como por sus efectos.

Las consecuencias. No se sabe si realmente el gobierno (el Comité Político del PLD) logrará recaudar más dinero o por el contrario está dinamitando los puentes que le acercaban a los votantes que sí creyeron en un cambio "tranquilo".

IAizpun@diariolibre.com

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