Los empresarios entienden...

Y la gente quiere paz para "buscársela"...

Los empresarios, al parecer, se entregaron al gobierno o se resignaron a las nuevas medidas impositivas, pues no criticaron el discurso de Danilo.

La pieza fue en parte una justificación de la reforma, la cual consideró impostergable y la base para un ordenamiento social más justo.

Podría extrañar ese cambio de actitud tan repentino, pero la verdad que no. Cada vez que saben de una amenaza o peligro real, se mueven por aquí o por allá, viendo si se escapan.

Cuando se convencen de que no hay manera, entonces reasumen su papel de socio del gobierno y responsable por parte iguales de la estabilidad económica.

La experiencia no se equivoca y el sector privado sabe como abogado de su propia causa que es mejor un mal arreglo que un buen pleito.

Que con el gobierno siempre se encuentra una vuelta.

La calle, es otra cosa. Se habla de que los jóvenes volverán a los parques y las plazas, pues el mensaje del mandatario no satisfizo sus expectativas.

Sin embargo, debieran pensarlo dos veces, pues no siempre está santa María detrás de la puerta, y en ocasiones no hay ánimo para field day.

La gente quiere paz para buscársela como el marido de la vaca...