Hipólito y las encuestas ajenas

Acabaron con las encuestas. ¿Y ahora?...

Se supone que lo que menos conviene a Hipólito en estos momentos es que su liderazgo en el PRD sea certificado por Newlink.

Y no por la firma, sino por los perredeístas.

Estuvieron por años objetando los resultados de sus encuestas, cuando favorecían a Leonel, que ahora serían insinceros si los acreditan.

El clásico escupir para arriba.

¿Cómo decir con la cara llena de saliva que la empresa tiene razón y que Hipólito aventaja a Miguel con una distancia del cielo a la tierra?

Esos porcentajes de 53 a 15 hubieran sido más que una salvación, pero ya el alma estaba perdida, y cualquiera confesión ahora estaría fuera de la gracia de Dios.

Los estrategas se dan cuen-ta del problema y piensan en la forma de enmendarlo, y solo hay una vía posible: mostrar sus mediciones y decir que superan las ajenas.

Sin hacer referencia directa.

Si la celebran y proclaman como la más absoluta de las verdades, que se preparen, que de seguro la gente de Miguel resaltará el ridículo.

Es mejor andar con ropa propia, aunque estrecha, que con ajena y ancha, pero que se la puedan quitar en la calle.