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Los Palmeros -comandos de la Resistemcia- 41 años después

Del 31 de julio al 8 de agosto del 1967, se celebró en La Habana, Cuba, la primera conferencia de solidaridad de los pueblos de América Latina (OLAS) con la anfitrionía del Gobierno Revolucionario de Cuba y del Comandante Fidel Castro, y con la asistencia de delegaciones provenientes de los cinco continentes.

Amaury Germán Aristy (Gerardo Sánchez), miembro del Buró Político del Comité Central del Movimiento Revolucionario 14 de Junio, fue elegido como vicepresidente de la misma. Para esa fecha, se encontraba ya en territorio cubano el grueso del equipo de dirigentes y militantes catorcistas, enviados a recibir entrenamiento militar.

El 25 de octubre del 1967, dieciséis días después de que las agencias internacionales de noticias dieran a conocer la caída del Ché Guevara, en Bolivia, los teletipos de la época transmitieron por el mundo una información dando cuenta de la "desaparición en Holanda del Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, a la sazón agregado militar de la embajada dominicana en Londres. Se daba inicio así a la llamada OPERACIÓN ESTRELLA.

Entre junio y julio del 1967, el equipo de dirigentes y militantes del 1J4, encabezado por Homero Hernández Vargas, salió hacia la República Popular China a entrenarse militarmente, con el objetivo de a su regreso al país, conjuntamente con el equipo enviado a Cuba, constituir la fuerza estratégica guerrillera, responsable del relanzamiento de la lucha armada, en las zonas de Ocoa, Padre Las Casas y Bonao.

Sin embargo, contrario a lo diseñado y planificado por la dirección del MR1J4, los planes y proyectos para relanzar la lucha armada se vieron seriamente afectados por el mensaje que dirigiera a la nación el ex presidente Joaquín Balaguer, el 4 de febrero del 1967, poniendo en conocimiento de la opinión pública nacional e internacional, con lujos de detalles, de la existencia de un "plan subversivo del comunismo internacional". El incremento de la escalada represiva a nivel nacional, golpea severamente los planes catorcistas, con la caída el 10 de febrero del 67 en las lomas de Ocoa, de Orlando Mazara y posteriormente, el 4 de mayo del 1967, de los compañeros Luis De Peña (Parrish) y Reyes Saldaña. Otros dos elementos: el retorno al país del grueso del equipo enviado a China, portadores de ideas y propuestas, planes y proyectos, diametralmente opuestos a la línea oficial prevaleciente hasta entonces y, por otro lado, el mantenimiento o retención (voluntaria o forzada) del equipo enviado a Cuba contribuirían decisivamente al deterioro de la autoridad y la disciplina internas y fomentarían la confusión y la desconfianza, a todos los niveles, en el Movimiento Revolucionario 1J4.

Precisamente, en su carta-testimonio, Amaury Germán Aristy, contextualiza los motivos que los llevaron a entregarse a la formación de un nuevo movimiento revolucionario, bajo la dirección del compañero Román, señalando lo siguiente: "Si bien una parte de Los Palmeros arribó a ese país (Cuba) sin tener un criterio claro y correcto sobre la necesidad de la guerra, con la cabeza llena de tesis sobre el partido, la lucha ideológica y la polémica internacional, etc., otra parte, la última en llegar con Gerardo, llevaban ya, desde nuestro país, no solo la línea de la guerra como política oficial del 14 de Junio; sino, además, planes concretos para iniciarla. Que luego los dirigentes del 14 de Junio desertaran de esa línea es harina de otro costal …"

Hoy, podemos afirmar que el surgimiento de los Comandos de la Resistencia, como resultado del acuerdo, que a finales del 1967, en La Habana, Cuba, hicieran Los Palmeros, encabezados por Amaury Germán Aristy, con el Coronel de Abril y Héroe Nacional, Francisco Alberto Caamaño Deñó, al tiempo que marcó la entrada en escena de un nuevo movimiento revolucionario, profundizó la crisis de identidad y disolución del MR1J4. A menos de un año, las filas del 14 de Junio serían estremecidas por otras rupturas y separaciones, que dieron lugar a un nuevo sistema de lealtades y complicidades, de unidad de propósitos y acción, sin que en la mayoría de los casos, durante ese período (1967-1973) se mellaran las amistades y los afectos cultivados durante más de un lustro de militancia compartida. De las entrañas del 1J4, a mediados del 1968, surgirían: la Línea Roja del MR1J4, la Unión de Lucha por una Nueva Quisqueya, la Unión del Trabajo de la República Dominicana y el grupo de ex miembros del Comité Central.

En los inicios de la segunda década del siglo XXI, ninguno de esos grupos existe en la escena política nacional. La parte sobreviviente de cada uno de ellos tiene diferentes visiones y actitudes frente al presente y al futuro de la nación dominicana, y participa de la política partidarista desde espacios tanto tradicionales como alternativos. Frente al pasado, que para muchos de nosotros fue el tiempo de nuestra primera juventud, compartimos, salvo algunas excepciones, un mismo sentimiento de no arrepentimiento y de orgullo por nuestra manera de vivir y luchar en ese tramo de nuestras existencias.

Al congregarnos aquí, 46 años después del nacimiento de los Comandos de la Resistencia, a 41 años de los combates de Las Américas, y 40 años de Playa Caracoles, buscamos encontrar juntos respuestas a muchas preguntas e interrogantes que todavía pululan en nuestros pensamientos, en torno a una serie de hechos, escenarios y personajes, que fueron protagonistas o actores de los mismos. No nos anima ni el odio ni el deseo de la venganza; pero mucho menos el de tender un manto de olvido y de perdón sobre esos acontecimientos. Lo que queremos es aproximarnos, cada día más, a la verdad, para ser justos a la hora del veredicto final de la historia.

Por último, quisiera hacer provecho de este panel y de estas líneas escritas a propósito del mismo, para reiterar el orgullo y el honor que para mí representó y representa haber sido contemporáneo de Amaury Germán Aristy, de Virgilio Perdomo Pérez, de Ulises Cerón Polanco y Bienvenido Leal Prandy (la Chuta). Haber militado junto, en el Movimiento Revolucionario 14 de Junio, perteneciendo al Buró Militar, al lado de Baby Mejía, Homero Hernández y el Chori.

Conocí a Amaury Germán Aristy cuando sus padres, don Manuel Germán y doña Manuela Aristy, vivían en Azua. Nos volvimos a ver cuando nuestras familias se establecieron en la capital, (1961-1962). Después de nuestras respectivas salidas hacia el extranjero (Cuba y Francia, respectivamente, en los años 1967 y 1968) no volvimos a encontrarnos en ningún punto de la geografía del país y tampoco en el extranjero.

El 12 de enero de 1972, estando en los terrenos de la universidad Autónoma de Santo Domingo, me enteré del cerco que las fuerzas militares y la Policía Nacional, habían tendido alrededor del escondite de "los muchachos". Un poco antes del desenlace de ese combate desigual, le llevé a doña Manuela un retrato de su hijo, hecho a plumilla por el arquitecto Amable Sterling, y que aún sigue colgado en los pasillos de su casa en la Salomé Ureña.

No volví a verlo, pero lo sigo admirando y recordando. Y más aún, en cada enero, en cada febrero, en cada abril, en cada junio, en cada diciembre, Amaury vuelve a nacer y "va matando canallas, con su cañón de futuro".