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¿Por qué Duarte? II

La negativa de Juan Pablo Duarte a aceptar la postulación a la Presidencia de la República que le ofrecieran grupos representativos de la región del Norte es el punto que separa fundamentalmente el Duarte Patricio del Duarte político.

La sociedad dominicana se encontraba muy dividida entre los conservadores, que aspiraban a un protectorado o alianza con potencia extranjera, y los liberales que con Duarte a la cabeza, creían en el sueño de una independencia real.

La aceptación de la presidencia hubiese obligado a Duarte a enfrentar, de seguro por medio de las armas, a los conservadores. Hubiese dividido a la República en dos bandos irreconciliables y hubiese puesto en peligro la propia independencia.

Por eso, sin vacilar, Duarte toma la decisión del patriota y no la del político: renuncia a la candidatura y expresa que su único deseo es poder ver a los dominicanos "libres, felices, independientes y tranquilos, y en perfecta unión y armonía llenar vuestros destinos, cumpliendo religiosamente los deberes que habéis contraído para con DIOS, para con la PATRIA, para con la LIBERTAD y para con vosotros mismos".

¿Ganó la Patria con el sacrificio de Duarte? Claro que sí. La renuncia de Duarte, que le costó cárcel y exilio, preservó la unidad del país frente al mal mayor que era perder la independencia.

Un hombre capaz de ese sacrificio, de anteponer siempre el bienestar de la patria y de su pueblo a su beneficio personal, es lo que lo hace grande. ¡Salve Padre de la Patria".

atejada@diariolibre.com