¿Qué pasa en la JCE?

La Junta Central Electoral (JCE) debe ser un árbitro confiable o no tiene ningún sentido en nuestra democracia.

Y lo que está pasando en la JCE no es saludable ni para esa institución, ni para el país.

Y parece que hay mucha gente metiendo la mano en la Junta. Ignoro con cuáles propósitos.

Lo que sí sé, sin embargo, es que la situación no puede seguir como va.

En la actual situación de la Junta están metiendo la mano el Gobierno, la sociedad civil y los partidos.

Y no lo pueden esconder.

Pero el Presidente de la Junta no ha sabido leer las señales, y se ha dejado enredar en las patas de una conspiración, que si bien no podía desarticular, pudo haber manejado con menos criterio autoritario.

En el pasado, Roberto Rosario Márquez se pudo manejar con cierta fluidez en la Cámara Administrativa. Parecía tener el favor de por lo menos uno de los partidos mayoritarios. Ahora no parece tener el del Gobierno, y cometió el error de abjurar de su responsabilidad de obtener los fondos del Gobierno, en una jugada que parecía maestra, pero que todo el mundo leyó: envió a buscar la carne con el que quería comérsela.

Todos deben sacar las manos de la JCE, comenzando por el Congreso y el Gobierno. Mientras esas manos estén afectando el desenvolvimiento de la institución, la crisis se prolongará. Sería muy peligroso jugar a la salida de Rosario, porque lo que se crearía sería una Junta sin la credibilidad debida.

Manos fuera todo el mundo.

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