La reforma policial

La reforma de la Policía Nacional es una de las tareas pendientes de la sociedad dominicana. La propuesta de reforma enviada al Congreso Nacional es un paso en la dirección correcta, aunque todavía mantiene atavismos del pasado.

Por supuesto, la reforma de la Policía no se va a lograr de la noche a la mañana ni por generación espontánea. Se requerirá de mucha voluntad política y mucha participación ciudadana para lograrlo.

Hay elementos que parecen sobrar en esta reforma.

¿Para qué crear comisiones independientes de investigación si se quiere fortalecer el departamento de asuntos internos? El resultado será que para todo se pedirá una comisión independiente, debilitando por tanto la institucionalidad.

En el Consejo Superior de la Policía todavía los miembros internos que dependen del Jefe de la PN tienen la mayoría de votos. Esos oficiales son los mismos que laboran día a día con el Jefe y, por tanto, están bajo su influencia permanente. Debería establecerse un equilibrio de votos que garantice el verdadero control de las actividades de la Policía.

Además, hay un punto neurálgico que nunca nos hemos atrevido a analizar: ¿debe la Policía seguir siendo un organismo controlado por los políticos o debe tener una autonomía funcional que la saque de este control y la haga verdaderamente una entidad profesional?

Como el demonio está en los detalles, la mejor policía es la que está dividida, pero falta mucho para eso.

atejada@diariolibre.com