Iglesia y ProFamilia
Diario Libre
La Iglesia al demandar la campaña publicitaria de Profamilia lo hace respaldada por la autoridad moral de una institución de más de veinte siglos realizando el bien, la experiencia en la defensa de los derechos de las personas y el derecho a proteger, entre otras, las debilidades de los adolescentes.
La Iglesia, en nombre de sus millones de fieles, tiene el derecho y el deber ciudadano, respetuoso y democrático de impugnar una demanda cuando los derechos de las personas están lesionados: cuando ya se ha hecho el mal hay que denunciarlo para que no continúe ni se repita.
En el AM que aborda este tema, se cita -me parece que sin venir a cuento- el problema de la pederastia. Cualquier ciudadano tiene derecho, y debe ejercerlo, a denunciar a los pederastas. Los fieles rechazamos la pederastia pero, no somos ingenuos y sabemos que hay más fuera de la Iglesia que dentro.
Para cortar la epidemia de embarazos en adolescentes, tanto la Iglesia como los ciudadanos, sabemos la forma de frenar esa cultura, lo que no se consigue a corto plazo. El uso del preservativo entre adolescentes promueve y facilita relaciones sexuales entre personas que son inmaduras para ello.
Francisco Muñoz
Domésticas y seguridad social
Si bien es cierto que tener una empleada doméstica es un gasto, no menos cierto es que también hay una extrema explotación. Le pagan una miseria, le dejan todas las responsabilidades y sobre todo no quieren que tengan beneficios como cualquier empleado. La emplean para una tarea y le asignan TODO con el mismo salario, pasan los años y ni asomo de aumento. Habrán excepciones que no puedan pagar un SFS, pero eso no abarca a todos. Lamentablemente, el que NO pueda PAGAR que no contrate a nadie y haga sus quehaceres.
Tomado de www.diariolibre.com
Mujer, vida y trabajo en el hogar
Esta señora guaya una masa de coco para preparar dulces que luego venderá para sostén de su hogar, labor que combina con sus afanas diarios en su casa de madera ubicada en el sector de Sabana de La Guáyiga, ubicado en el kilómetro 22 de la Autopista Duarte, en el municipio Pedro Brand. La imagen es la estampa de una realidad que viven muchas mujeres de nuestros país, jefas de hogar, solas o con pareja, que ante la difícil situación de supervivencia en las zonas rurales y la falta de puestos laborales, buscan las maneras de aportar a la economía de sus hogares FOTO: JOSUÉ GRULLóN
@ A nuestros lectores
Las cartas y mensajes no deberán exceder las 15 líneas. DL se reserva el derecho de publicar y extractar. Si quiere darnos su opinión puede hacerlo a través de nuestra web:
www.diariolibre.com
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Para cortar la epidemia de embarazos en adolescentes, tanto la Iglesia como los ciudadanos, sabemos la forma de frenar esa cultura, lo que no se consigue a corto plazo. El uso del preservativo entre adolescentes promueve y facilita relaciones sexuales entre personas que son inmaduras para ello.
Francisco Muñoz
Domésticas y seguridad social
Si bien es cierto que tener una empleada doméstica es un gasto, no menos cierto es que también hay una extrema explotación. Le pagan una miseria, le dejan todas las responsabilidades y sobre todo no quieren que tengan beneficios como cualquier empleado. La emplean para una tarea y le asignan TODO con el mismo salario, pasan los años y ni asomo de aumento. Habrán excepciones que no puedan pagar un SFS, pero eso no abarca a todos. Lamentablemente, el que NO pueda PAGAR que no contrate a nadie y haga sus quehaceres.
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Mujer, vida y trabajo en el hogar
Esta señora guaya una masa de coco para preparar dulces que luego venderá para sostén de su hogar, labor que combina con sus afanas diarios en su casa de madera ubicada en el sector de Sabana de La Guáyiga, ubicado en el kilómetro 22 de la Autopista Duarte, en el municipio Pedro Brand. La imagen es la estampa de una realidad que viven muchas mujeres de nuestros país, jefas de hogar, solas o con pareja, que ante la difícil situación de supervivencia en las zonas rurales y la falta de puestos laborales, buscan las maneras de aportar a la economía de sus hogares FOTO: JOSUÉ GRULLóN
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